Retorno del avión presidencial a México, requirió meses de reparación para su operabilidad: SEDENA-FAM

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Mientras el Poder Ejecutivo Federal decide el destino de la aeronave, mediante la “Rifa” o la “Venta”, esta poderosa Ave de Acero, deberá mantener un protocolo de mantenimiento.


Luego de permanecer por 19 meses estacionado en el Aeropuerto de Víctorville, California, el retorno a México del avión presidencial, “José María Morelos y Pavón”, requirió de por lo menos 4 meses previos de preparación.

Para cumplir con dicha misión, fue designado el equipo del también conocido “TP01” (Transporte Presidencial) Boeing 787 Dreamliner Matricula “XC-MEX”, pertenecientes al Escuadrón Aéreo 501, así lo explicó en Mayor de Fuerza Aérea Piloto Aviador (FAPA), Oscar Barbosa Orozco, quien es el Primer Oficial y Copiloto de la Aeronave.

“El avión dejó nuestro país el 3 de Diciembre de 2018, para entrar en una situación de Estacionamiento Prolongado y Preservación, estuvo en esa situación por más de un año posteriormente se inicio la situación de reactivación, o vuelta al servicio de la Aeronave, para prepararla a estar en condiciones de efectuar de operaciones aéreas”.

En entrevista, el Mayor explicó que el avión debería estar operable para realizar un vuelo a cualquier parte del mundo.

“Con eso nos referimos a que el avión estuviera en condiciones de efectuar una operación aérea con pasaje, y a cualquier parte del mundo que su autonomía le de alcance”.

LA PREPARACIÓN.

A pesar de ser la tripulación que opero el avión con antelación, y la misma que lo traslado al Aeropuerto de Víctorville, California, los operadores de dicha aeronave, requirieron una actualización.

“Durante ese tiempo la tripulación fuimos capacitados, para la operación del Avión, tanto en materias como navegación y seguridad, cosas típicas que hace un piloto para aeronaves de ese tipo, estamos hablando que lo iniciamos meses antes del vuelo de traslado”.

Posteriormente este equipo de Pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana, comenzaron a planear la operación de retorno a México.

“Posteriormente se procedió al planeamiento de la ruta, las misiones que nos dio la Secretaría de la Defensa Nacional, por medio de la Fuerza Aérea para verificar el correcto estado de mantenimiento y operación del avión, para ello hubo unos vuelos que se hicieron en California, toso esto conllevado a tener el avión en la mejor situación de operabilidad posible, para que el día que se ordenara que regresáramos a México, no tuviéramos ningún problema o falla con el equipo”.

En el momento en que el Gobierno de la República, tomó la decisión de regresar el avión a territorio nacional, el Mayor, FAPA, Ingeniero en Aeronáutica, Enrique Jiménez Andalón, encargado de la Administración y Mantenimiento de la aeronave, comenzó a diseñar las tareas previas y programación para efectuar el vuelo.

“Los trabajos que se hicieron, nos permitieron regresar a la aeronave a su condición de aeronavegabilidad, que es el termino adecuado para ello, todos sus sistemas no funcionaron al 100 por ciento, como toda aeronave, tomando en cuenta que estuvo más de un año en preservación”.

Sin embargo a decir del Mayor Jiménez Andalón, dichas fallas fueron menores, mismas que pudieron resolverse en el momento y lo mejor; es que no requirieron reemplazarse.

“Unas cosas sencillas, algunos componentes electrónicos, en fin cosas sencillas”.

Previo a realizar el primer vuelo de aceptación, mantenimiento y prueba, se realizo todo procedimiento conforme lo marca el manual de fabricación y operación del avión para lo que se realiza una inspección física, mecánica y electrónica.

“Se revisa, que no haya evidencias de daños, de fugas, de toda la aeronave en general, tanto en el exterior, como en el interior, posteriormente la aeronave se energiza, y se revisan todos los sistemas a través de las computadoras que trae instaladas la aeronave, en la cabina de pilotos, ahí todas las pantallas nos permiten hacer todo el diagnostico general de la aeronave”.

De acuerdo a los resultados obtenidos mediante las pruebas, se cotejan con las especificaciones técnicas que establece el fabricante para corroborar que esté dentro de los parámetros establecidos, y en su caso hacer la reparación.

Una vez que el encargado del mantenimiento de la aeronave ha corroborado que se encuentre en óptimas condiciones, el avión es entregado al Comandante quien efectuara una segunda revisión general de todos los sistemas.

“Todo esto es con la intención de que pase por varios filtros, por decirlo de una marea coloquial y que la aeronave esté, en una condición optima y segura para el vuelo”.

LOS VUELOS DE PRUEBA.

Antes del vuelo de regreso a México, el “TP01”, realizó tres vuelos de prueba en el espacio aéreo de California, en Estados Unidos, así lo explicó para “Capital Media”, el Teniente Coronel, FAPA José María Chargoy Cabrera, Comandante de la Aeronave.

“Hicimos pruebas en tierra conforme lo marca el manual de mantenimiento del avión y con los procedimientos emitidos por la compañía Boeing, para verificar que estuvieran operativos todos los sistemas, y efectuamos el primer vuelo de vuelo prueba”.

El Comandante Chargoy Cabrera, reveló que los tiempos y las distancias de vuelo se realizan en base a otro manual y procedimiento específico para el Avión Boeing 787 Dreamliner.

“En base a eso nosotros determinamos que dos horas y media o tres era tiempo suficiente para poder verificar todos los sistemas, y es lo que hicimos, hicimos tres vuelos de verificación, al cabo de los cuales hubo algunos reportes que se tuvieron que verificar, hubo algunas luces, algunos relevadores, que se tuvieron que reemplazar”.

Se debe destacar que toda esta labor que llevo a cabo en varias semanas, no fue solo trabajo de los pilotos de la aeronave.

“En vuelo mis compañeros electrónicos y de mantenimiento, tenían que ir activando todos y cada uno de los sistemas e la aeronave para verificar que todo opere correctamente y por eso se realizaron esos los tres vuelos”.

Los vuelos se efectuaron el 7 de Mayo, el segundo el 25 de Junio y el tercero el 15 de Julio, siendo el primero el demás larga duración en tiempo de vuelo.

“El tercer vuelo implico un poco menos de tiempo, porque ya habíamos verificado previamente el funcionamiento, y solo había que corroborar que estuviera funcionando al 100 por ciento”.

Es importante destacar que todas estas pruebas están en manos exclusivamente de personal de la Fuerza Aérea Mexicana.

EL REGRESO.

Una vez realizadas todas las pruebas requeridas y haber confirmado que la aeronave estaba en perfectas condiciones de vuelo, el Comandante Chargoy, notificó a sus superiores en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que estaban listos para regresar a México.

“Fue posteriormente que nos ordenaron que nos regresáramos a México, y fue el 22 de Julio que fue cuándo ya trajimos el avión aquí a México”.

Luego de poco más de tres horas de vuelo, el Avión Presidencial, arribó al Aeropuerto internacional de la Ciudad de México (AICM) a las 14:35 horas del miércoles 22 de Julio, y desde entonces se encuentra en resguardo en el ex Hangar Presidencial, que se encuentra a un costado de la Terminal 2 de la terminal aérea.

LA TRIPULACIÓN.

El Boeing 787 Dreamliner, es una de las aeronaves más avanzadas en cuanto a tecnología se refiere, por ello la tripulación designada, forman parte del equipo que ha operado el avión desde que fue entregado por el fabricante.

El equipo que conforma la tripulación del “XC-MEX”, consta de seis personas, tres pilotos dos especialistas, uno en electrónica de aviación y el otro en mantenimiento de aviación así como el encargado de la Aeronave.

Cabe señalar que todos los integrantes de la tripulación son egresados del “Colegio del Aire” de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM); ubicado en Zapopan, Jalisco, los Pilotos son egresados de la Escuela Militar de Aviación, el encargado de la aeronave es egresado de la Escuela de especialistas, todos cuentan con cursos de Protección Civil y Medicina Táctica entre otras.

El Comandante de la Aeronave, es el Teniente Coronel FAPA, José María Chargoy Cabrera, es originario de Tuxpan, Veracruz, cuenta con 28 años de Servicio en la Fuerza Aérea Mexicana y cuenta con más de 5 Mil horas de vuelo y opera diversas aeronaves.

El Primer Oficial o Copiloto de la Aeronave, es el Mayor FAPA Oscar Barbosa Orozco, es originario de Zamora, Michoacán, con 20 años de Servicio en la Fuerza Aérea Mexicana y cuenta con más de 3 Mil 800 horas de vuelo y opera diversas aeronaves.

El Copiloto, Teniente FAPA Cesar Arturo Alvarado López, Originario de Guadalajara, Jalisco, con 20 años de Servicio en la Fuerza Aérea Mexicana y cuenta con más de 3 Mil 400 horas de vuelo y opera diversas aeronaves.

El Capitán Segundo, Especialista en Electrónica de Aviación (F.A.E.E.A.) Carlos Eder Nájera Rodríguez, es originario de Xochimilco, en la Ciudad de México, con siete años de Servicio en la Fuerza Aérea Mexicana, cinco de los cuales se los ha dedicado al Boeing 787 Dreamliner y cuenta con experiencia en vuelo en diversas aeronaves.

LA PRESERVACIÓN.

Mientras el Poder Ejecutivo Federal decide el destino de la aeronave, mediante la “Rifa” o la “Venta”, esta poderosa Ave de Acero, deberá mantener un protocolo de mantenimiento, mismo que la debe tener operable para cualquier momento y tiempo.

El encargado de la Administración y Mantenimiento de la aeronave, el Mayor FAPA, Enrique Jiménez Andalón, informó que al igual que otros fabricantes de aeronaves en el Mundo la empresa Boeing, tiene establecidos parámetros para que se mantenga en diferentes condiciones.

“En este caso la aeronave está en una situación de estacionamiento, pero debe estar lista para el vuelo, el manual nos establece parámetros y tareas que tienen que hacerse y prácticamente después de que se realiza el último vuelo, se inicia con el protocolo”.

Según el manual, se debe distribuir el combustible entre los diferentes tanques para equilibrar el peso del avión y otra para evitar la formación de hongos, se debe activar periódicamente los sistemas de freno de la aeronave, y se deben encender todos los controles, entre otras tareas.

“Periódicamente en promedio cada 7 días se siguen haciendo algunas tareas, se activan los controles de vuelos, las superficies aerodinámicas, las superficies de control, y diariamente se realiza una inspección visual general tanto en el exterior como en el interior de la aeronave, en busca de algún daño o fuga, todo como lo establece el fabricante, lo que nos permite tener la aeronavegabilidad para que en el momento en que se nos ordene la aeronave pueda efectuar un vuelo de manera segura”.