Se desdibujan escuelas normalistas

 

El caso Ayotzinapa disminuyó el interés por la carrera magisterial: UNAM


Se desdibujan escuelas normalistas

Las décadas de los años 70 y 80 son consideradas la época dorada de las normales en México; sin embargo, tras la desaparición de 43 estudiantes de la Normal “Isidro Burgos” en Ayotzinapa, Guerrero, el interés por formarse en dichos centros educativos disminuyó considerablemente, asevera la investigadora Patricia Mar Velasco, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.

“La caída tan grande en la demanda para la profesión de educación ha ido en aumento, especialmente, puedo señalar que en la Universidad Autónoma ‘Benito Juárez’ de Oaxaca. Para el ingreso a 2015 hubo casi 800 aspirantes y para el ingreso de 2016, sólo 200”, explica la investigadora.

En el libro

“La Escuela Normal. Una mirada desde el otro”, la académica Mar Velasco señala que la formación de maestros en las normales y universidades busca mejorar la calidad educativa y lograr mayor presencia de profesores en las comunidades más pobres del país.

La vida en la Normal rural Isidro Burgos, donde vivían los 43 estudiantes desaparecidos hace dos años, es precaria. En el documento se relata que viven con 35 pesos diarios, tienen labores extraacadémicas como la siembra, crianza de animales de corral y el boteo en comunidades aledañas para mantener su centro de estudios, pero el esfuerzo no concluye con sus estudios, sino que al ejercer como maestros rurales deben abandonar a sus familias.

La formación académica en las  normales rurales tiene como eje el socialismo y la defensa de los derechos humanos, valores que se exaltan ante la pobreza que padecen los estudiantes, lo que provoca que sean señaladas como “semilleros de guerrilleros”. En los últimos 90 años, las normales rurales pasaron de 29 a 46, pero tras los hechos del 26 de septiembre de 2014, están en foco de atención.

La educación en las zonas rurales es un aspecto pendiente en la agenda de la política nacional.

“No las están desapareciendo por decreto, las están dejando morir de inanición, y las están matando dejando que todo esto suceda, porque esto refleja de una manera muy negativa a la profesión docente, porque también para los chicos citadinos ya no significa una posibilidad de ser un trabajo seguro, ya no significa nada de eso”, concluyó la especialista.

Situación actual

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, informó que a dos años de la desaparición de los 43 normalistas en Guerrero se avanza como nunca antes y se ha invertido en infraestructura en un 200 por ciento más y varios normalistas ya ejercen como maestros.

La desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa reavivó la discusión sobre las escuelas normales rurales, bastiones de la estrategia educativa en México a principios del siglo XX, que hoy pelean por su supervivencia.

MARCADAS

La experta de la UNAM, Patricia Mar Velasco, manifestó que la formación académica en las normales rurales tiene como eje el socialismo y la defensa de los derechos humanos, valores que se exaltan ante la pobreza que padecen la mayoría de los estudiantes, lo que provoca que sean señaladas como “semilleros de guerrilleros”.

LAS PRIMERAS

En la década de los años 20 se crearon las primeras Escuelas Normales Rurales en Tacámbaro, Michoacán; Molango, Hidalgo; Acámbaro, Guanajuato, e Izúcar de Matamoros, Puebla.

OBJETIVO

El Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex) afirma que las escuelas normales, en particular las rurales, nacieron con la idea de dar la oportunidad a las comunidades más pobres de México de acceder a una educación que ayudara al mejoramiento de sus vidas. Pero el abandono de este modelo educativo hizo que muchas desaparecieran y que las restantes lucharan por sobrevivir.