Spider-Man: Lejos de casa

“No sabía que tenía que salvar al mundo este verano”

Quién podría criticar al joven superhéroe Peter Parker (Tom Holland) por ansiar unas vacaciones al comienzo de “Spider-Man: Lejos de casa” —la octava entrega fílmica en solitario del Hombre Araña, que en el primer minuto de este jueves llegará a las carteleras de México, Estados Unidos y Canadá—. Tras una serie de películas emotivas y extenuantes con los Avengers, un descanso suena bien.

 

Pero, ya saben, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Así que es cuestión de tiempo antes de que el viaje de Parker a Europa con sus amigos de la escuela se vea interrumpido por el caos que requiere la ayuda del hombre arácnido. “No sabía que tenía que salvar al mundo este verano”, se queja Parker. Y bueno, los cineastas tampoco tomaron vacaciones.

 

En esta ambiciosa y en definitiva exitosa secuela de “Spider-Man: Regreso a casa”, Parker cambia Coney Island y el ferry de Staten Island en Nueva York por ciudades tan emblemáticas como Venecia, Berlín, Londres y Praga. Verlo columpiarse de antiguos campanarios en lugar de sus habituales rascacielos es extraño y emocionante.

 

La primera mitad de “Spider-Man: Lejos de casa” podría ser en sí misma una historia independiente: Parker trata de tener un romance con la ruda pero vulnerable MJ (la siempre bienvenida Zendaya) al tiempo que combate monstruos junto a un grupo diverso de superhéroes. En la segunda mitad el ritmo de la historia se acelera y da un giro. Es como pasar de “Salvado por la campana” a “Matrix”.

 

Quienes todavía no han visto “Avengers: Endgame” tienen que hacerlo antes de ver a Tom Holland ponerse el traje rojo y azul en esta película. “Lejos de casa” transcurre inmediatamente después de la conclusión de las 22 películas del Universo Cinemático de Marvel y asume que uno ya sabe lo que pasó.

 

El director Jon Watts regresa para ampliar el trabajo que hizo en la primera película, y los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers, quienes ayudaron a escribir “Regreso a casa”, tienen su propio reencuentro. Igual que Jon Favreau en el papel de Happy Hogan, Marisa Tomei como la tía May y Jacob Batalon como Ned, el mejor amigo de Parker, que esta vez deja su lado “nerd” para mostrar que es un joven de mundo.

 

En préstamo de otros rincones del Universo de Marvel llegan Cobie Smulders como la agente S.H.I.E.L.D. Maria Hill y un enojado Samuel L. Jackson como Nick Fury. Spider-Man juega en esta ocasión con un par de lentes de alta tecnología que son un sistema avanzado de inteligencia, similar a la película anterior en la que interactuaba con la computadora de su traje, Karen.

 

Esta nueva entrega del Hombre Araña es la primera película de superhéroes de Marvel donde no hay un cameo de Stan Lee, el gran ícono de la compañía de cómics, quien falleció en 2018.