Vino mexicano, a medias tintas

El sector vitivinícola prevé que para el 2020 se triplique el consumo de vinos en México, ante lo cual empresarios y emprendedores nacionales buscan que la mitad corresponda a vinos mexicanos.

Daniel Milmo Brittingham, presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), señaló que el vino mexicano, considerado dentro del corte de vinos modernos, posee la calidad reconocida a nivel internacional para repuntar en el gusto nacional.

Sin embargo, destacó que de las nueve millones de cajas de esta bebida que consume el país anualmente, tan sólo 30 por ciento es de producto nacional, esto en contraste con 70 por ciento que proviene de España, Chile, Argentina, Estados Unidos y Australia.

El directivo mencionó que a pesar de que la industria del vino nacional es reconocida por su calidad y ha crecido alrededor de cinco por ciento desde 2014, aún se tiene que trabajar en diferentes áreas para posicionarlo en el gusto local, ya que los mexicanos siguen prefiriendo los importados.

Como parte de la estrategia para posicionar el vino mexicano, el desarrollador turístico Grupo Vidanta ofrecerá etiquetas mexicanas en todos los complejos turísticos que opera en México en destinos como Nuevo Vallarta, Puerto Vallarta, Riviera Maya, Los Cabos, Acapulco, Puerto Peñasco y Mazatlán.

El consumo anual per cápita de vino en el país –que es de tan sólo 750 mililitros– resulta mínimo si se compara con el de naciones como Francia, Italia y España, donde cada persona consume en promedio más de 300 litros al año.

El CMV enfatizó que del vino mexicano aún no se tiene la percepción de calidad ante el consumidor, que es un poco malinchista y le da prioridad a los productos importados.

Considerado parte de la variedad de “vinos del nuevo mundo”, el vino mexicano se cosecha en tres mil 700 hectáreas y se produce en 11 estados, entre los que destaca Baja California, que concentra 65 por ciento de la producción.

Seguido de Coahuila, con 15 por ciento, Querétaro con 10 por ciento, mientras que el restante 10 por ciento se distribuye en las otras ocho entidades, entre ellas Guanajuato y Chihuahua.

“En la producción domina el vino tinto ligero, pero hay varios tipos de cuerpos y variedades; se puede decir que el mexicano es del corte de vinos modernos al estilo del nuevo mundo donde se busca un balance en lo que aporta la fruta y el proceso de añejamiento”, expuso Milmo Brittingham.

Según datos del Consejo Mexicano Vitivinícola, al año se utilizan 16.6 millones de kilos de uva de poco más de 60 variedades.