Debacle blaugrana

 

París Saint-Germain golea al Barcelona y lo deja al borde de la eliminación


Al compás de dos espléndidos goles de Angel Di María, el París Saint-Germain arrasó ayer de principio a fin a un desconocido Barcelona, con un goleada 4-0 que lo dejó agonizante en los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa.

El extremo argentino, de flojo nivel durante parte de la temporada, festejó a lo grande en el día en que cumplió los 29 años de edad.

Su primer gol, a los 18 minutos, fue con un tiro libre. Y a los 55, avanzó hasta el balcón del área y clavó el balón al ángulo con un disparo con comba desde unos 25 metros. “Hicimos el partido perfecto”, sintetizó Di María. “Estoy feliz por el equipo y creo que merecimos el resultado. Corrimos, trabajamos, luchamos muchísimo”.

A contracara, lo del Barcelona en el Parque de los Príncipes fue una auténtica debacle, humillado ante un adversario al que en tiempos recientes le tenía tomada la medida. Los azulgranas, cinco veces campeones de la Champions, eliminaron al PSG en la fase de cuartos de final en 2013 y 2015. Tendrán que hacer un esfuerzo monumental para revertir la diferencia en el choque de vuelta en el Camp Nou.

Los otros goles parisinos fueron obra del extremo alemán Julian Draxler, cerca del descanso , y del atacante Edinson Cavani, otro que estaba de cumpleaños, al 72’.

El uruguayo suma 34 goles en lo que va la temporada.

El delirio en el estadio parisino alcanzó proporciones de apoteosis ante la sensacional exhibición del dueño de casa, subyugando a un rival que desafinó en su mediocampo y hasta se quedó sin garra.

El entrenador del PSG, Unai Emery, había prometido que sus jugadores no se iba a dejar intimidar por el tridente sudamericano de delanteros blaugranas, conformado por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar.

Sin embargo, ninguno de los integrantes de la “MSN” incidió en la eliminatoria.

Quienes mandaron fueron Cavani, Draxler y Di María, en una de las noches europeas más memorables en la historia del PSG. Lo más lejos que han llegado a las semifinales por la Copa de Europa fue en 1995, un año antes de la conquista de su solitario trofeo: la desaparecida Recopa.

Con este nivel, la actual versión puede aspirar al título.

Gracias a los incesantes volantes Marco Verratti y Blaise Matuidi, y la visión de Adrien Rabiot, el conjunto francés asfixió a los catalanes sin cesar, para luego poner en apuros a una defensa catalana que lució endebles por ambas bandas.

Después de malograr varias ocasiones en los primeros compases, el PSG se adelantó con el tiro libre de Di María, uno que se coló entre la barrera y tomó mal ubicado al arquero Marc-Andre ter Stegen. El argentino derrochó energía, constantemente causando zozobra en la retaguardia azulgrana con sus incursiones. Su rendimiento avaló la decisión de Emery de dejar en el banco al brasileño Lucas Moura, uno de los mejores jugadores del PSG esta temporada.

El estratega de los parisinos echó de menos a su mejor defensor, con Thiago Silva descartado por lesión, y tampoco contó con el curtido volante Thiago Motta debido a una suspensión.

Pero esas ausencias no influyeron en nada, con el PSG como amo y señor de la iniciativa.