A patadas, por el Tri

 

Las razones por las que Femexfut prefirió a TV Azteca y Televisa


CÉSAR ARREOLA

Gran polémica causó la reciente renovación de los derechos de transmisión de la Selección Mexicana de Futbol, la cual se quedó en manos de las televisoras Tv Azteca y Televisa por los siguientes dos ciclos mundialistas; es decir, ocho años.

La gran controversia se generó porque se hizo público –días antes de la renovación– que la oferta de NBC/Telemundo y América Móvil (AMX) era cerca de 10 millones de dólares superior a la de las televisoras ya mencionadas.

La oferta de Televisa y Tv Azteca sumaba 253 millones de dólares, mientras que la propuesta de Telemundo y sus asociados era de 260 millones; sin embargo, la primera maximizaba los ingresos sin tomar el control ni excluir al resto de los medios de comunicación en Estados Unidos. La apuesta de Telemundo, por su parte, fue avalada por el consorcio de Carlos Slim y apoyada por directivos de Grupo Pachuca y otros miembros del consejo de dueños, entre los que destacaron clubes como Rayados, Tigres y Lobos BUAP.

No obstante, lo que no se dijo en su momento fueron las condiciones completas y cláusulas especiales que NBC/ Telemundo/AMX exigían a la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), las cuales limitaban la capacidad de generar más dinero.

El motivo dado a la opinión pública como justificación de la decisión que favoreció a Televisa y TV Azteca fue que la venta de publicidad en tv abierta era mucho mayor a la que se hace en televisión de paga y con ello los socios y patrocinadores de la Selección Mexicana crecen al ver la exposición de su marca.

Sin embargo, no se mencionaron más causas, las cuales acaban de salir a la luz, al dejar ver que la oferta encabezada por la empresa de Carlos Slim buscaba “monopolizar” todo lo relativo a la Selección.

Las tres principales cláusulas en el contrato que impidieron un cambio de estafeta en las transmisiones fueron las siguientes: NBC/Telemundo/AMX tendrían exclusividad de toda entrevista realizada a jugadores y cuerpo técnico del equipo, sin dar oportunidad a los demás medios de informar de manera completa respecto de los juegos del seleccionado nacional; tener propiedad sobre todo el material de archivo de la selección; es decir, su participación en mundiales pasados y todo juego en la historia del Tri; finalmente, la tenencia de los derechos en todo tipo de medio, incluidos los digitales, fotografías y TV