Tan pronto, Gerardo Martino como técnico de la Selección Mexicana, tendrá su primera prueba de fuego en el banquillo ante el combinado de Estados Unidos en la final de la Copo Oro en el Soldier Field.
En sus duelos de preparación rumbo al certamen, el equipo nacional salió bien librado y se pronosticaba un funcionar que resultaría en un estilo definido.
México inició la Copa con gran autoridad goleando a Cuba sin problema, pero conforme pasaron los partidos el flujo de las jugadas se espeso y las fallas hicieron presencia.
Ante Canadá ganó con solvencia pero con las primera dudas; sin embargo, ante Martinica la defensa y las desconcentraciones permitieron que los caribeños dejaran un apretado 3-2.
Estados Unidos, por su parte, pasó la fase de grupos con triunfos solventes, tanto que el único gol que ha recibido en el torneo fue en el juego anterior. Goleó a Guyana (4-0) y Trinidad y Tobago (6-0), y superó por la mínima a Panamá.
En cuartos de final sufrió ante un Curazao ordenado pero supo definir el encuentro en 90 minutos con un gol, en cambio el Tri llevó el partido hasta los penales, donde Ochoa se hizo héroe.
En semifinales el equipo del “Tata” trabajó de más con un Haití dignísimo que perdió sólo por un penal dudoso y el conjunto de las barras y las estrellas pasó sin ninguna complicación sobre Jamaica, que ofreció resistencia, y cayó ante las fallas de su arquero.
Christian Pulisic es la figura de los estadounidenses; dos goles de él impulsaron a su escuadra a la final, aunque la zona más sólida del equipo es la defensa, que sólo tiene un gol en contra.
Por parte de México, Raúl Jiménez es el jugador más prometedor, será apoyado con jugadores de experiencia como Guardado y Ochoa, ambos con minutos en Mundiales y otras finales de Copa Oro jugadas y ganadas.
