Una pequeña historia de dos grandes deportistas

 

** Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez comparten con Notimex su historia en los clavados Por Lorenzo Rodríguez Blancas México, 4 Sep (Notimex).- Cuando llegan destilan juventud y la atmosfera se llena de alegría. Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez no paran de sonreír desde el primer momento en que pisan Notimex. Las dos clavadistas, que no […]


** Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez comparten con Notimex su historia en los clavados

Por Lorenzo Rodríguez Blancas

México, 4 Sep (Notimex).- Cuando llegan destilan juventud y la atmosfera se llena de alegría. Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez no paran de sonreír desde el primer momento en que pisan Notimex. Las dos clavadistas, que no temen a la altura y que son capaces de a tirarse desde la plataforma de 10 metros, envuelven con su presencia.

Saludan y elegantes, como en cada salto que realizan, platican sus experiencias y, de paso, por qué retar a la gravedad a una velocidad cercana a los 50 kilómetros por hora.

La charla es afable y con sinceridad, Agúndez asegura que de aquellos viajes cada fin de semana entre La Paz, Baja California y Guadalajara hicieron que naciera una amistada fuerte entre ella y Alejandra, que a la postre sería la base para representar a México en las competencias internacionales.

Sin bien tuvo que pasar un tiempo corto, sí cansaban esos traslados para entrenar unas horas y luego regresar. Apuradas y seguir con sus entrenamientos a distancia para perfeccionar los saltos. Y luego una vez más el otro fin de semana.

Hasta que decidieron terminar con esa rutina y juntarse en una sede para evitar el tedio y cansancio de los viajes.

“Hemos hecho una muy buena mancuerna para trabajar los sincronizados y ahora me incorporo a Guadalajara para entrenar juntas y hacerlo más fácil”, dice Gabriela Agúndez.

Alejandra Orozco sostiene que tener a Gaby a su lado es trabajar fácil, porque ella hace que todo sea así.

“Es una niña que está enfocada en su sueño, es trabajadora y, sobre todo, es pequeña en edad, pero con mucha experiencia”, dice Orozco.

Y es que Gabriela Agúndez ya tiene un camino de hazañas, como ser medallista olímpica de la juventud en Buenos Aires 2018, además de subir al podio en los Centroamericanos de Barranquilla, Colombia.

“Ha hecho su propia historia. Y eso es algo que suma, hacemos una mancuerna y además hay compromiso para un proyecto desde el inicio de este ciclo olímpico. Las dos hemos sembrado mucho”, agrega Orozco.

Retan a la gravedad

El primer salto de Alejandra Orozco: “Toda la vida he sido una persona inquieta, me gusta la adrenalina y desde el primer momento supe que quería hacerlo (aventarse desde los 10 metros). También sé que los clavados es un deporte de riesgo y peligro, por eso le tengo mucho respeto a la plataforma”.

Mientras que para la sudcaliforniana Agúndez García dice que estar en la plataforma se requiere de entrenamientos, “porque en la competencia hay que llegar a hacer lo que uno entrenó. En mi caso en las competencias es estar concentrada y no pensar en nada más”.

Para ella, los saltos con giros atrás son su reto. Su pasión y su desafío.

“Es un clavado que me da confianza, me sale bien y me gusta terminar así. Cuando inicie clavados me daba miedo tirarme del trampolín de tres metros, pero luego intente cinco, siete hasta llegar a 10 metros y me quede”, recuerda la bajacaliforniana.

Para Alejandra, quien a sus 15 años de edad obtuvo su medalla olímpica al lado de Paola Espinosa, en Londres 2012, ser parte de una disciplina como los clavados no es fácil, porque en ocho horas de trabajo y más de 100 clavados diarios se resume en una hora de competencia en la que debe salir todo bien.

“Siempre he pensado que se tiene que tener un sueño y metas en cualquier tema de la vida, en el conocimiento de que habrá baches y días en que estés a punto de tirar la toalla, pero no tienes que terminar con ese sueño. La plataforma es un sueño; clavados ha cambiado mi vida y me ha enseñado valores y eso es lo que nos hace ser, un poco, superhéroes”, asegura.

Por eso Gabriela Agúndez espera que ese sueño se haga realidad el próximo año.

“Estar en Juegos Olímpicos es el sueño de todo deportista, sería lo máximo. Saber que estoy cada vez más cerca es una motivación y estar en una selección de grandes figuras es un aprendizaje y fortalece a México”, asegura Agúndez.

La motivación para Gaby va acompañada por un par de inspiraciones que son Alejandra Orozco y Paola Espinosa, “pero además de todos los deportistas que trabajan día con día para cumplir sus sueños. Si volviera a nacer sería la misma”.

Para Ale la historia fue al revés.

“Un atleta trabaja toda la vida para llegar a unos Juegos Olímpicos y una medalla. Mi primera medalla fue a los 15 años. Entonces me preguntaba qué había pasado, por qué había obtenido una medalla olímpica tan pequeña y sin que esperar tanto”, dice Ale.

Y agrega.

“Ahora buscando mis terceros Juegos Olímpicos, a mis 22 años y con todo lo que he pasado, de tantos años de trabajo, si volviera a nacer y ganar una medalla de los 15 años, sería que sí, sería ese momento”.

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