Diabetes, el “dulce” enemigo

 

Hijos podrían morir antes que sus padres, por el avance de la enfermedad


Saltillo, Coahuila / 14 Enero 2019

Por: Paloma Gatica / David González

El incremento en los índices de obesidad y sobrepeso en niños ha dejado a este grupo de la población vulnerable de padecer diabetes mellitus tipo 2 -en donde el páncreas no produce insulina adecuadamente y demasiada azúcar queda en la sangre-, por lo que en Coahuila se reportan cada año 100 nuevos casos de menores entre uno y 17 años que padecen esta enfermedad.

A decir de la doctora Martha Alicia Romero Reyna, directora de Prevención y Promoción a la Salud de la Secretaría de Salud del estado, cada día 32 personas de cualquier edad son detectadas con el padecimiento. En promedio, anualmente 13 mil casos de Diabetes Mellitus tipo 1 y 2 se agregan oficialmente a la estadística.

Tan solo en 2018 Coahuila reportó un incremento de 12 mil 817 personas diagnosticadas con diabetes, que se suman a las más de 300 mil registros de quienes enfrentan este padecimiento en la entidad, y a 12 millones de personas a nivel nacional.

Enfermedad le arrebata su infancia

Regina tiene 13 años y para beber una taza de café con 10 gramos de azúcar tiene que inyectarse 20 gramos de insulina que su cuerpo por sí solo no produce, ya que padece diabetes. Para hacer esto a su corta edad, ella debe saber exactamente cuántos gramos de carbohidratos tiene su comida;  de lo contrario, podría excederse de la dosis lo que produce efectos negativos como una hipoglucemia.

Expertos explican que la Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) es causada por una pérdida o disfunción de las células productoras de insulina, y que el daño a las células da como resultado una ausencia o producción insuficiente de la insulina producida por el cuerpo.

Regina González Pérez debutó en la diabetes a los seis años, el 7 de noviembre del 2011; es de esta manera como los diabéticos se refieren a quienes son diagnosticados. Ella recuerda la fecha con exactitud, pues desde entonces su vida cambió radicalmente.

“A los seis años me enseñaron en el hospital a pincharme el dedo, y luego yo aprendí con la práctica, también sé inyectarme, ajustarme con la bomba, cambiarme la cánula de la bomba. Uno nunca se va a acostumbrar a las agujas, siempre le van a seguir dando miedo, pero después de un tiempo se ajusta a los piquetes”, dice sin perder el entusiasmo.

Regina se encuentra bajo tratamiento de microinfusora de insulina, es decir, una bomba que le administra la dosis precisa de insulina que requiere su cuerpo, con acción rápida las 24 horas del día, la cual debe coincidir estrechamente con sus necesidades vitales. La pequeña no cuenta con las mismas posibilidades que otros niños para realizar algunas actividades, una que para otros pareciera simple, para ella no lo es: disfrutar de una rebanada de pastel.

Y es que un refresco de cola regular en su presentación de 600 mililitros tiene 54 gramos de azúcar; mientras que un paquete de con 8 galletas cuenta con 68 gramos; en suma, ambos productos aportan 122 gramos de azúcar, que fácilmente puede consumir un niño en el recreo de su escuela como desayuno, pero para ella es prácticamente una prohibición.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de azúcar recomendada por día no debe sobrepasar los 50 gramos, es decir el 10% del total de calorías consumidas, misma que debe oscilar entre las 2 mil y 2 mil 500; un niño podría consumir más del doble de esta cantidad en una sola comida, y triplicarla durante el resto del día.

Al igual que decenas de niños que ingresan cada año a la estadística estatal, Regina adoptó un estilo de vida saludable que le permite tener controlados sus niveles de glucosa.

“Como toda persona normal me levanto y me visto para ir a la escuela, desayuno, pero al momento de hacerlo me checo para saber en cuánto ando y con un programa que tiene ya hecho calcula cuanto me va a inyectar, ese es parte de mi trabajo para mantenerme saludable”, comparte a CAPITAL MEDIA.

En su mochila lleva un glucómetro, su celular por cualquier emergencia, las tabletas de glucosa para monitorear sus niveles. “Siempre lo llevo, lo cargo a todos lados, cuando voy a hacer ejercicio, cuando salgo o cuando voy a salir, ese nunca se puede olvidar, es como mi amigo fiel”, dice refiriéndose al glucómetro.

Su madre, Patricia Pérez, asegura que esta condición no es una limitante para llevar una vida como la de cualquier otra persona, prueba de ello es que hija realiza actividades físicas en las que destaca como basquetbolista en su colegio, además disfruta de jugar al fútbol con su hermano menor y su papá.

No obstante, desde que a Regina le diagnosticaron la diabetes su familia depuró las alacenas de su casa para evitarle tentaciones, que cambiaron por alimentos saludables, que a su vez ellos también consumen.

“Hay que revisar qué alimentos sí, qué alimentos no, al principio si es un poco más restrictiva la alimentación, pero ya con el paso del tiempo ya tu misma como mamá vas adaptándote a este tipo de alimentación”, comenta Patricia.

Seis de cada 10 niños son obesos  

De cada diez niños  que son llevados a consulta en Coahuila, seis tienen sobrepeso dio a conocer el director del Hospital Universitario Lauro Cortés Hernández, al destacar que falta una mayor cultura de hábitos alimenticios que deben ser aprendidos desde la casa.

Alertó que lo que era un fenómeno aislado se convirtió en un problema puntual que se generalizó y que se ve con mayor frecuencia en cada una de las salas de consulta a donde llegan los menores.

Por eso dijo que se buscan protocolos para atender y detectar de forma inmediata los problemas de sobrepeso y lo que esto ocasiona en la salud a tan temprana edad.

“Si es un problema grave sobre todo  en niños que empiezan en primaria, luego se hace más fuerte en secundaria”, señaló el funcionario de la salud.

Explicó que esto tiene mucho que ver con los hábitos que inculca papá y mamá donde la relación con la comida se vuelve patógena y este problema llega a ser tratada desde lo psicológico.

Dijo que aparte de la atención psicológica se debe manejar el estrés pues cabe la posibilidad que por esta causa también niños sanos caigan en esta situación a la que calificó ya como una epidemia.

“De cada diez niños en consulta seis tienen sobrepeso por lo que estamos trabajando un protocolo desde la Universidad Autónoma de Coahuila”, resaltó.

Cortés Hernández detalló que es la Escuela de Trabajo Social, de Psicología, Mercadotecnia y Medicina donde se trabaja para intervenir en este problema que padece la sociedad y que crea problemas de alimentación dependencia y adicciones.

“Ahorita estamos apenas diseñando el proyecto todavía no se presenta al rector, pero ya se hizo el diseño y se realizó las pruebas piloto en estas facultades de la universidad y se detectaron cosas interesantes por lo que queremos hacer un abordaje más amplio.

La propia Organización Mundial de la Salud advirtió que los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Unidos Contra la Diabetes

La directora de Prevención y Promoción de la Salud, Martha Alicia Romero, destaca que lo más importante es la detección oportuna; dice que posterior a ello es necesario adoptar un estilo de vida saludable en conjunto una dieta equilibrada, y que además la activación física garantiza al paciente una vida normal, que disminuye la probabilidad de padecerla.

“Es necesario que hijos y padres y en conjunto, la familia pueda apoyar al paciente que vive ya con la enfermedad crónica, para que ambos conozcan los riesgos y se preparen para tener una alimentación saludable”, expone la directora.

Uno de los programas de prevención implica que el paciente sea incorporado a un esquema de tratamiento y un grupo de ayuda mutua, donde otras personas que tienen este padecimiento platican y comparten experiencias a partir del diagnóstico.

“Juntos de la Mano Niños y Adolescentes con DM1”, es uno de los grupos que refiere la doctora Martha Alicia, el cual fue creado como una asociación dirigida a sensibilizar y socializar el tema.

En ella, actualmente se atienden a 130 niños y adolescentes, que van desde los 3 hasta los 21 años. La mayoría de los participantes son padres de familia que tienen hijos con diagnóstico de DM1, los cuales comparten sus experiencias con ellos, así como con expertos en la materia que les brindan asesoría.

Wendy Valdez Coronado, tesorera de la asociación, comparte que su labor se extiende a todas las familias que integran el grupo, a quienes brinda acompañamiento y explica los cambios de vida que conlleva la enfermedad, y los tomen de la mejor manera.

“Nos encargamos de hablar con la familia y explicarles cómo va a ser esta nueva condición de vida que van a tener en casa, porque incluye a los papás, a los hermanos y a todo el círculo familiar, incluso al escolar”, señala.

Para ellos es importante que los padres estén conscientes de que se trata de una cuestión auto inmune y no es hereditaria, como sucede en el caso de Regina donde no existen antecedentes de diabetes en su familia.

Así mismo, el Centro de Enseñanza para la Diabetes apunta que entre el 85 y 90% de los pacientes no tendrá antecedentes familiares de la enfermedad, pues hasta el momento se desconoce la causa exacta por la que sistema inmunológico del cuerpo, que normalmente combate los virus y bacterias perjudiciales, destruye las células del páncreas que producen insulina.

Coahuila, quinto lugar en control de diabetes

Estudios realizados en el Observatorio Mexicano de Enfermedades Crónicas, colocan a Coahuila en el quinto lugar a nivel nacional en control de pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes, informó la directora de Prevención y Promoción de la Salud en Coahuila, Martha Romero.

“En Coahuila hemos estado entre el tercero y quinto lugar durante el último año, y dentro de esta evaluación que se realiza a nivel nacional, también se valora el nivel municipal, en donde el estado tiene a las unidades de Sabinas y Francisco I. Madero en las primeras a nivel nacional en el control del 2018”.

Detalló que, hasta el último cierre de la evaluación a nivel municipal, Sabinas está en primer lugar y Francisco I. Madero en segundo, y que esto se logró debido a su índice desempeño. El cual tiene un rendimiento del 77%, dentro del cual se evalúa la retención del paciente, la consulta efectiva y el impacto en la salud.