Fortalecerán protocolo para atender agresiones

 

El año pasado se registraron 38 denuncias por violencia de género


Hablar de violencia de género casi en automático hace referencia al hostigamiento, acoso o abusos que se cometen en contra de la mujer en
espacios como la calle, oficina o en el ámbito familiar, pero muy poco se habla de lo que sucede al interior de instituciones educativas; sin embargo, éstas ya han emprendido esquemas de prevención y atención a este fenómeno.

Tan sólo en la Universidad Autónoma del Estado de México en lo que va del presente año ya han sido destituidos nueve profesores por hostigamiento o acoso sexual; mientras que en 2018 fueron registradas 38 denuncias por violencia de género de las cuales hubo nueve destituciones y el resto continúa en proceso de investigación, ello de acuerdo a información proporcionada por la Unidad de Equidad de Género de la UAEM.

Luego de que se difundiera mediante redes sociales quejas por supuestos despidos injustificados al interior de la Facultad de Derecho y Contaduría a los que después el rector Alfredo Barrera Baca aclaró “No hay ningún despido injustificado, sí hay rescisiones de contrato a algunos profesores y esa rescisión se ha hecho con estricto apego a la normatividad laboral en todos los niveles incluyendo la nuestra. Hay dos causas importantes de algunos despidos: por
incumplimiento laboral y otros de desprendimiento de responsabilidad universitaria sobre acoso y hostigamiento sexual”.

Al respecto, Jannet Valero Vilchis, secretaria de Rectoría ha referido que para ir erradicando el fenómeno, desde 2013 la Universidad cuenta con los primeros indicios de protocolos de atención, mismos que ha venido fortaleciendo tras la armonización de leyes locales.

“Ya hay quien ha sido denunciado y ha tenido su respuesta de sanción universitaria, el día de hoy no se esconde, no se calla dentro de la  universidad, se atiende”, detalló.

Seguimiento e investigación

Una vez que alguien de la comunidad universitaria ingresa una queja por violencia de género, esta se canaliza al área correspondiente para comenzar una investigación, después se realizan entrevistas -por separado- con el presunto agresor y la víctima; entonces se llega a una conclusión respecto de si amerita sanción de carácter institucional, judicial o se desecha por resultar falsas presunciones, explicó Rocío Álvarez Miranda, coordinadora institucional de Equidad de Género de la UAEM.

Aclaró que cuentan con un protocolo de actuación bien establecido en el cual tienen concurrencia varias áreas de la Universidad como la oficina del abogado general quien es el que atiende los casos cuando los involucrados son alumnos o docentes y la Contraloría Universitaria cuando se trata de casos que tienen que ver con administrativos.

“Cuando hay casos más complejos que no podemos atender como institución, porque representan ya delitos, entonces hay una canalización y un trabajo de acompañamiento. Estamos presentes en la discusión y presentación de pruebas y en la determinación como especialista en género de si hay o no conductas que se acreditan como violencia de género o como acoso y hostigamiento sexual”, sostuvo al destacar que de los casos considerados como delitos que han sido
transferidos a la autoridad no ha habido sentencias, porque las personas han decidido no continuar con el proceso acusatorio y quedarse sólo con la sanción institucional.

Indicó que las quejas que han sido interpuestas involucran más temas administrativos.