Se incrementa el desabasto

 

L.GONZÁLEZ CALLEJAS/ F. NOLASCO Al menos en una decena de gasolineras de los municipios de Coacalco y Ecatepec se presenta desabasto de gasolina, lo que ha propiciado que los conductores se desplacen a otros municipios en busca del combustible para sus automóviles. Esto afecta a la población por la pérdida de tiempo que representan los […]


L.GONZÁLEZ CALLEJAS/ F. NOLASCO

Al menos en una decena de gasolineras de los municipios de Coacalco y Ecatepec se presenta desabasto de gasolina, lo que ha propiciado que los conductores se desplacen a otros municipios en busca del combustible para sus automóviles.

Esto afecta a la población por la pérdida de tiempo que representan los traslados.

La situación empeora si se toma en cuenta que en la Ciudad de México también ha comenzado la escasez, según reportes de algunos empresarios del ramo.

En Ecatepec y Coacalco la situación es igual de complicada, pues “las Terminales de Almacenamiento y Despacho (TAD) de Pemex que dependen de centros de abastecimiento general, como el de San Juan Ixhuatepec, se encuentran sin abasto desde hace dos días, aunque proyectan que podría solucionarse el problema a más tardar el próximo viernes 11 de enero”.

Conductores del norte del Valle de México y de la parte extrema norte de la entidad mexiquense que se dirigen a localidades de Hidalgo, como Tizayuca, reportan haberse quedado sin combustible en su trayecto.

Horas para conseguir gasolina

Aun cuando el desabasto de combustible se agudiza en el Valle de Toluca, las autoridades de los tres niveles de gobierno no reportan robos de carros cisterna en su trayecto de distribución en alguna de las 193 estaciones de servicio de la región.

Sólo en dos gasolineras se reportaron conflictos entre particulares que quieren cargar combustible en garrafones, problemas que son solucionados por los gerentes de las estaciones que advierten a los rijosos no surtirles de seguir con las conductas.

A la llegada de los carros cisterna los usuarios forman largas filas que en algunos casos abarcan hasta tres kilómetros de longitud, más la fila de personas con garrafones que han aprovechado la demanda del producto para adquirir gasolina y luego revenderla, obteniendo un beneficio.

El taxista Ricardo Torrija, señaló que las pérdidas económicas son muchas, pues tiene que esperar hasta cuatro horas para cargar combustible y seguir trabajando.

De la misma manera se pronunicaron diversas personas de distintos sectores de la sociedad que coinciden en señalar que ya es tiempo que el gobierno federal ponga orden en el ramo petrolero, pues en las anteriores administraciones no hicieron algo para prevenir el robo que creció desmedidamente en los últimos doce meses.