El Capitán Olegario Andrade Zamorano, evitó que el desplome del “Águila 1”, cayera en una zona habitada y causara una tragedia mayor, ya que en los últimos instantes realizó maniobras y busco un área no poblada, para intentar aterrizar en el municipio de Jesús María, Aguascalientes.
Sin embargo la tragedia se hizo presente y junto con él perdieron la vida el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Porfirio Javier Sánchez Mendoza; y sus compañeros, el capitán Víctor Manuel Valdez Sánchez y los artilleros Juan Humberto Rincón Martínez y Alejandro Serafín Guerrero, quienes murieron en cumplimiento del deber.
El capitán Olegario Andrade Zamorano estuvo a cargo del Águila 1, por más de 12 años convirtiéndose en su fiel compañero hasta el final.
Autoridades del Gobierno de Aguascalientes califican al Capitán, Olegario, como un hombre comprometido y responsable que amaba su trabajo y estaba siempre al servicio de la sociedad, cumpliendo con su deber.
Además contaba con una amplia trayectoria, pues se desempeñó como subinspector de la entonces, Policía Federal, era piloto aviador y helicopterísta, realizó vuelos tácticos de búsqueda, rescate y salvamento, así como vuelos ejecutivos.
Había hecho cursos de atención aeromédica, de protección a funcionarios por el Estado Mayor Presidencial, así como capacitación recurrente de las tripulaciones de vuelo de los helicópteros MI-17 por la Secretaría de Marina y la Armada de México (SEMAR)
Brindó apoyo
Brindó apoyo aéreo a los gobiernos de Baja California y Michoacán.
En 2007, ayudó al Gobierno de Tabasco, con el rescate de 8 mil 600 personas que estaban en riesgo inminente de ahogarse, y brindó apoyo con el reparto de despensas a comunidades aisladas de esta misma entidad.
En 2010, apoyó a los damnificados por inundaciones en el estado de Oaxaca.
En el año 2011 realizó sobrevuelos de vigilancia y participó en operativos importantes, además ayudó a sofocar incendios forestales.
Múltiples rescates
Efectuó múltiples rescates a bordo del helicóptero “Águila 1”, apoyando con el traslado aeromédico de personas cuyo estado de salud era crítico, por lo que realizó algunos traslados a diversos hospitales del estado, así como al Centro Médico Nacional de Occidente en Guadalajara para atender a personas con quemaduras.
Sin lugar a duda, Olegario Andrade Zamorano vivirá como un héroe en la mente de todos los que lo conocieron, un hombre valiente que deja un gran vacío, imposible de llenar. Descansa en paz y vuela alto, piloto.
Guillermo Espinosa / @Guiesga
ZG