La vida sobre 4 ruedas, del orgullo a la amargura

 

En el Día del Taxista algunos operadores hablan sobre su experiencia


LILIODETH TORRESCANO ESPINOSA

Hoy se conmemora el Día del Taxista, fecha dedicada a quienes facilitan el traslado de las personas a distintos lugares.

Con 40 años de experiencia como taxista, Gerónimo Ortega López brinda sus servicios desde más de tres meses como conductor del programa DIF Contigo, para personas con discapacidad y adultas mayores, implementado por el gobierno estatal, a nales de agosto pasado.

Gerónimo comparte una de las experiencias que más le llenan de orgullo, el caso de una persona que se sentía muy mal y a quien sus compañeros le negaron el servicio, “por el simple hecho que usaba silla de ruedas, entonces yo lo llevé, incluso ni le cobré la dejada”, ese acto de solidaridad con una persona en condiciones adversas, reflejan el espíritu del chofer que antes de ingresar a DIF Contigo recibió capacitación para saber cómo atender a las personas con discapacidad, cómo ayudar a la gente a subir la unidad, entre otros aspectos que generan empatía con la población usuaria.

Desde hace más de dos décadas José Luis Pérez se desempeña como taxista, entre los sinsabores de su oficio relata que hace tres años lo asaltaron, lo dejaron con “una diabetes con la que sigo cargando, me asusté, me dio coraje, no pude defenderme…”.

En su jornada diaria no tiene forma de protegerse, de identi car oportunamente a un ladrón, a raíz del robo, sólo toma algunas precauciones como trabajar de día, 6:00 a 16:00 horas “porque los asaltos son más frecuentes en las noches”.

Considera que el aspecto más di cil de su labor es el trato con el pasaje, “al menos a mí en lo personal no me gusta alegar, si me dicen me lleva usted a Venta Prieta, les digo sí, me cobran 30, se los acepto.