Jalisco se consolida como criadero de trucha arcoíris

 

Guadalajara, 20 Mar (Notimex). – El técnico responsable del módulo acuícola de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de Jalisco, Alejandro Preciado Preciado, subrayó hoy que, en forma gradual pero sostenida, la crianza de truchas arcoíris se consolida en el estado. Señaló que hay dos botones de muestra: la existencia de 35 granjas […]


Guadalajara, 20 Mar (Notimex). – El técnico responsable del módulo acuícola de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de Jalisco, Alejandro Preciado Preciado, subrayó hoy que, en forma gradual pero sostenida, la crianza de truchas arcoíris se consolida en el estado.

Señaló que hay dos botones de muestra: la existencia de 35 granjas trutícolas de diferente tamaño, y la tarea de 15 años del centro acuícola Los Pinos de Mazamitla, el cual se ha convertido en el referente de la incubación de los animales que luego son engordados en las granjas de los acuacultores.

Indicó que la trucha es especie muy exigente para su crianza, puesto que demanda agua muy limpia y climas templados y fríos, y se utiliza como agronegocio en lugares altos.

“Estamos hablando de la sierra de Mazamitla, de la sierra del Tigre, de todo eso, en Mascota, en Talpa, en Ayutla (zonas con potencial estos tres lugares), en las partes altas de la sierra”, apuntó.

Resaltó que se cuenta con manantiales donde hay gente interesada en llevar a cabo la acuacultura, pero otras especies no pueden vivir ahí por las temperaturas que se manejan: temperaturas de 10 a 12 grados, otras especies no se desarrollan, y ahí para la trucha es su hábitat, desde los ocho hasta los 20 grados, es una buena opción.

Destacó que últimamente los huevos fecundados de trucha se traen de Dinamarca (país líder en este producto ya certificado), al recibirse se les incuba y a los 50 días alcanzan una talla de cuatro centímetros cuando son adquiridos por los granjeros que los engordan durante siete meses para venderlos al consumidor con un peso de 330 gramos y una talla de 30 centímetros.

Subrayó que, por su exquisito sabor, por lo manejable de sus espinas y el hecho de que cada animal contiene 50 por ciento de carne, la trucha es muy valorada en el mercado gastronómico, lo que conlleva buenos ingresos para el productor.

Afirmó que una granja con buen esquema de manejo tiene un costo de producción de 40 pesos por kilogramo de trucha, lo que se recupera con un ingreso de 180 pesos cuando se vende el animal a consumidores, los que en gran número de casos la adquieren por pedido a los granjeros.

Puntualizó que la trucha en su engorda supone una conversión alimenticia de 1.2 a uno, lo que significa que por cada kilo y 200 gramos de alimento que se aplique al estanque se logra un kilogramo de carne de este animal que pertenece a la familia de los salmones.

Precisó que Tapalpa es el municipio líder en la crianza de trucha en Jalisco, en esto cuenta la influencia del centro acuícola de la presa El Nogal, pionero en la materia en la entidad.

“Otros municipios productores: Mazamitla, Atoyac, Gómez Farías, entre otros; y el centro acuícola Los Pinos hará seis incubaciones, teniéndose la meta de producir 180 mil crías al año”, concluyó.

 

NTX/HPP/GVG