La democracia no se construye con enfrentamientos, sino con generosidad y colaboración: Carlos Joaquín

 

El gobernador de Quintana Roo participó en la conmemoración del 46 aniversario de la promulgación de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo


“La Constitución no es un instrumento para que el gobierno controle al pueblo, es un instrumento para que el pueblo controle al gobierno y que nadie venga a dominar nuestras vidas e intereses”, advirtió el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.

Al encabezar la conmemoración del 46 aniversario de la promulgación de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, el gobernador expresó que la estabilidad y la moralidad públicas son la clave para seguir afianzando la sociedad.

En el mensaje que dirigió a los quintanarroenses, en Sesión Solemne del Congreso del Estado, Carlos Joaquín afirmó que han sido 46 años de progreso que ahora se convierten en un espejo para encarar el futuro.

“Un espejo que nos muestra cómo la generosidad que marcó nuestro pasado es la vía para superar el egoísmo partidista que demasiadas veces nos bloquea”, agregó.

Al referirse al año electoral, Carlos Joaquín advirtió: “Algunos quieren separarnos por la vía de construir la identidad de todos en la contraposición de símbolos y no a través de la integración de diversidades. A ellos les digo que tenemos nuestra mejor garantía de convivencia en la Constitución y ella es nuestro antídoto más poderoso contra la discordia.”

Puntualizó que “la crispación no está en la Constitución. La discriminación -por razones de género, orientación sexual, raza, origen o religión- no está en la Constitución, y la democracia no se construye con enfrentamientos, sino con generosidad y colaboración.

“Entendamos que la estabilidad institucional que hoy gozamos no se muestra, como en otros tiempos, en la uniformidad, sino en la pluralidad y en el acuerdo desde la diferencia”, abundó.

Enfatizó que es el momento de actuar y sentir que el legado de los constituyentes sigue vigente en la construcción de la modernidad, que incorpora a una sociedad que se moviliza para exigir que se cuide el medio ambiente, que aplaude que se lidere la lucha contra la corrupción, que se implica y solidariza cada vez que alguien sufre y exige que se combata, sin complejos, la inseguridad, la exclusión y la discriminación.