Pepsi cierra planta en Guerrero por inseguridad
La empresa Pepsico cerró su planta embotelladora en Ciudad Altamirano, en el municipio de Pungarabato, en Guerrero, tras negarse a pagar derecho de piso a grupos delictivos.
La planta, ubicada en la región de Tierra Caliente, fue desmantelada esta semana, y la última encomienda de los trabajadores fue recoger todos los refrigeradores distribuidos en la zona, reportaron medios locales.
El crimen organizado, revelaron empleados del lugar, exigió a la empresa una cuota por derecho de piso; ante la negativa de los administradores, recibieron amenazas, ataques contra empleados y, en los últimos días, impidieron la distribución del producto y la operación de la planta.
La planta de Altamira abastecía a los municipios de Pubgarabato, Coyuca de Catalán, Cutzamala, Ajuchitlán, Tlapehuala y Tlalchapa, y otras comunidades aledañas en Guerrero.
“Desde hace tres días se han recogido los refrigeradores de las tiendas, en la bodega ya no hay papelería ni producto, solo hay polvo”, declaró al medio local BajoPalabra un ejecutivo de la empresa.
Los 70 empleados del lugar fueron liquidados con días de anticipación al cierre, luego que el 29 de mayo incrementaron las amenazas contra la empresa refresquera.
El pasado 22 en marzo, la empresa Femsa, encargada de distribuir los productos Coca Cola en México, también cerró operaciones en Guerrero ante casos de extorsión por parte del crimen organizado.
Al respecto, la Fiscalía del estado aseguró que la empresa nunca solicitó el apoyo de la Gendarmería ante los casos de extorsión.
Hasta el momento, la empresa no ha dado un posicionamiento respecto a la información confirmada por autoridades locales.
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