Así fue el Debate Chilango, entre fuego cruzado

 

Hobo más ataques que propuestas en este primer round de los candidatos a jefe de Gobierno


Dalila Escobar y Julio Pérez de León

Siete tiros en blanco formaron el escenario que dio pie a más ataques que propuestas. Cada uno trató de ponerse a salvo de la responsabilidad del caos que representan transporte público, el agua, el desarrollo inmobiliario y la seguridad en la ciudad.

Frente a frente se encontraron en un mismo espacio Mikel Arriola, Claudia Sheinbaum y Alejandra Barrales, Marco Rascón y Mariana Boy, Purificación Carpenteyro y Lorena Osornio.

Del perdón de la ciudadanía a una capital secuestrada por el narcotráfico, no fueron las propuestas sino los ataques una de las principales preocupaciones al iniciar el Primer Debate de candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Al priista Mikel Arriola, más allá de preocuparle presentarse como la mejor opción, se ocupó de soltar los primeros golpes.

El primer golpe lo asestó Mikel Arriola y se fue directo contra Alejandra Barrales: “El narcotráfico está estacionado en nuestra ciudad. Es la representante del caos”.

Lo que no podía faltar: Los memes del #DebateChilango

A Claudia Sheinbaum también le alcanzó el golpe.

Ambas candidatas no encontraron atractiva la invitación a responder las provocaciones del tricolor.

A Marco Rascón, candidato del Partido Humanista, mejor conocido como “Súper Barrio”, le hacía falta un personaje enmascarado de altura para confrontarse y encontró en Mikel al Batman perfecto.

Primero reclamó que ahí no hubiera representación del PRI, por no ser consciente del partido al que representaba.

Fue él, Súper Barrio, quien le dio el gancho al hígado con temas que aún le duelen a la sociedad: “Está unido a quienes han corrompido a la Ciudad de México, es del partido de quienes nos quitaron a los 43. Quiere un gobierno el del Estado de México y sus dinastías. Él es Tlatelolco, es la guerra sucia, es Batman”.

“Querido ‘Súper Barrio’, te recuerdo tapando las calles con un disfraz de súper héroe”, le respondió Mikel.

La primera arena se preparó para el tema de urbanismo y sustentabilidad. Los candidatos se inclinaron hacia la recuperación de las aguas pluviales a través de los hogares, en particular, en las delegaciones Tláhuac e Iztapalapa, de 100 mil casas con esas características hasta un millón de domicilios se hablaba que tendrían ese sistema de captación de agua, como respuesta a la falta de suministros del líquido.

Las propuestas fluyeron sin mayores detalles: como un nuevo sistema de transporte: Cablebús con 38 kilómetros en las delegaciones Gustavo A., Madero, Iztapalapa, Álvaro Obregón y Tlalpan, como estableció Sheiunbaum, y 100 kilómetros más del Metro, como propuso Mikel Arriola.

Detener los desarrollos inmobiliarios fue otro de los objetivos entre los aspirantes a la jefatura capitalina.

Las reacciones en redes por el #DebateChilango

Mariana Boy, del Partido Verde, fue la única que habló de meter a la cárcel a responsables de obras irregulares.

Marco Rascón dijo que se reconceptualizará el segundo piso, se tomarán dos carriles para un tren expreso; por su parte, Alejandra Barrales destacó la creación de una tarjeta multimodal para todos los medios de transporte y será gratuito a estudiantes.

Lorena Osornio, por ejemplo, precisó que el desarrollo sustentable se basará en una agenda verde, en donde cada peso se gaste, 25 centavos para mejorar el ambiente, con transporte público eficiente.

Y fue a ella, a Osornio, a quien no le alcanzaron los recursos para un entrenamiento de discurso. Sus argumentos se basaron en torno a reclamar que los demás contendientes no saben lo que es andar en el Metro en hora pico.

“A lo mejor soy muy mala para hablar y expresarme, pero como ciudadana y jefa de Gobierno haremos acciones que realmente ayuden a los vecinos”, reconoció, a unos minutos de concluir el debate.

A nadie se le olvidó el incremento al boleto del Metro salvo, desde luego, a Alejandra Barrales; incluso propuso incrementar los kilómetros de recorrido de este transporte público.

La más indignada con la mayoría de los contendientes fue la candidata del Partido Nueva Alianza, Purificación Carpinteyro: “En lugar de pedirle votos a los ciudadanos, deberían pedirle perdón”.

De sobrecargo a auditora y calificadora, Alejandra Barrales reprobó a Claudia Sheinbaum al hablar de su función como secretaria de Medio Ambiente.

Ambas revivieron la discusión por la responsabilidad de Claudia Sheinbaum en su jefatura delegacional en Tlalpan y los actos de corrupción que se destaparon luego del sismo de septiembre del año pasado.

Debate Chilango, una pasarela estilo Hollywood, sin alfombra roja

La candidata de Morena respondió tajante para darle “carpetazo” al tema en el debate: “Te lo repito, Alejandra, no es ético que uses el tema de una tragedia como el centro de tu campaña”.

También la reprobó en seguridad y justicia, la ética de la que le habló la candidata de Morena y volvió a responsabilizarla por los derrumbes en el Colegio Rébsamen y el Tecnológico de Monterrey.

Barrales aprovechó para retomar el tema del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México; reclamó que Andrés Manuel López Obrador se niegue a la oportunidad de generar 400 mil nuevos empleos y de obtener las 800 hectáreas de reserva territorial “que ni Obama los tiene”, en las que propuso segunda Ciudad Universitaria y un nuevo Chapultepec.

La segunda arena, la de seguridad y justicia, en lo que coincidieron los candidatos fue en el aumento de las cámaras de vigilancia, en algunos casos, de manera desmesurada, hasta de un millón. Se hablaba sin mayores detalles de costos y de dónde saldrían los recursos; sin embargo, sobre la actividad preventiva de las policías no se habló.

La primera en hablar de actitudes fue Carpinteyro, quien tachó de cinismo la actitud de Claudia en el tema de seguridad y justicia.

Mikel también denunció que “Mancera ya se fue y dejó todo tirado”. Sheinbaum también apuntó el tiro a la administración del PRD: “De 2006 a 2012 iba bien. Qué habrá pasado en la actual administración”.

El final del debate se marcó por el intento de discurso poético de Marco Rascón y la falta de tiempo que dejó sin oportunidad a los capitalinos para saber cuál es la diferencia entre Sheinbaum y Barrales, bajo la óptica de esta última.

dgp