Los héroes de cuatro patas tras el sismo

 

Se han metido a los recovecos más profundos para detectar si en algunos de ellos algún corazón aún late


El reciente sismo de 7.1 grados que sacudió el centro de México puso al descubierto, nuevamente, la solidaridad que existe entre la ciudadanía al momento de una tragedia.

No todos los héroes usan capa, y en los rescates cientos de ellos se han hecho presentes, arriesgando su vida para salvar la de otros.

Hay un sector heroico, también, que en cuatro patas se han metido a los recovecos más profundos para detectar si en algunos de ellos algún corazón aún late.

Hablamos de los perros rescatistas que han trabajado arduamente en Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México, Morelos y otros estados en donde la desgracia se ha hecho presente. Aquí las historias

Natasha, Tom y Titina (Por: Ángel Álvarez)

Natasha, Tom y Titina, colaboran en los trabajos de búsqueda y rescate de sobrevivientes que quedaron debajo de los escombros tras el reciente sismo registrado, en la Ciudad de México.

Ellos forman parte de la unidad de rescate Jalisco, provenientes de Pachuca, Hidalgo.

Desde hace más de dos años, “estos perros forman parte el grupo de rastro y detección de personas vivas”, refirió uno de los guías, Jorge Servín Cabrera.

Explicó que estos perros de rescate de las razas pastor belga malinois (Natasha), labrador (Tom) y bull terrier (Titina), llegaron horas después del terremoto y hasta el momento han detectado seis cuerpos bajos los escombros en tres edificios colapsados en la colonia Del Valle .

“Cuando es trabajo rudo y están entrando a la zona de derrumbes son de cuatro horas a lo más y descansos de dos horas como mínimo”, explicó Servín Cabrera.

El grupo Jalisco también apoya con binomios caninos en Puebla y Oaxaca, estados afectados por el sismo registrado el 19 y 7 de septiembre, respectivamente.

Tom. Foto: Ángel Álvarez

Honor a quien honor merece.

En la calle de Zapata y Peten, una perrita resultó herida tras horas de estar bajo los escombros.

Frida es el ejemplo más claro de una heroína de cuatro patas. Ha ayudado a salvar 52 vidas en distintos desastres a nivel nacional e internacional.


Un perro de la Policía Federal trabaja en un derrumbe.

Titán, minutos después de su rescate número 26.

Gordo (Por: Víctor Mayen/Lucilly Zavala)

“Gordo” llegó al edificio de Coquimbo y Sierravista, con un propósito: encontrar vida entre los escombros.

Es un perro de raza Husky siberiano, que aunque no está certificado, como dice su ama María Isabel Martínez, es un buen olfateador y buen excavador. En su lomo, escrita en un papel tenía la siguiente frase: abrazarme, te hará bien.

“Gordo” no sólo es un perro de resistencia, también de ataque. Desde los 3 meses de nacido fue entrenado para buscar vida.

Isabel se enteró por redes sociales que en Lindavista se necesitaban binomios caninos y no dudó en venir.

“Gordo” esperó su turno para entrar a los escombros de Coquimbo. Pero, desde las 5 de la mañana, comenzó a trabajar, cargando víveres y medicinas en los centros de acopio.

Actualmente, “Gordo” tiene 4 años de edad.

Lucas

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FF