Instan investigadores de la UAM a destrabar huelga

 

México, 15 Abr (Notimex).- Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apelaron a la sensibilidad de las autoridades universitarias para destrabar de manera urgente el conflicto mediante una auténtica negociación con el sindicato sobre el alza salarial. Este lunes se cumplen 71 días de la huelga, la más larga en la historia de la UAM […]


México, 15 Abr (Notimex).- Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apelaron a la sensibilidad de las autoridades universitarias para destrabar de manera urgente el conflicto mediante una auténtica negociación con el sindicato sobre el alza salarial.

Este lunes se cumplen 71 días de la huelga, la más larga en la historia de la UAM de las 17 que ha tenido, luego de los 68 días que duró el paro de 2008.

En un documento, los académicos expresaron la necesidad de una redistribución del presupuesto además de una respuesta pública de la autoridad universitaria a su declaración de que no le es posible avanzar en la negociación salarial, aun frente a la reciente flexibilización del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM).

“El trabajo intelectual necesita de condiciones materiales para poder ser llevado a cabo (como lo evidencian las largas listas de “afectaciones” que se difunden para descalificar la huelga y movilizar en su contra), lo cual hace altamente cuestionable la jerarquía entre las llamadas funciones sustantivas y funciones adjetivas de la Universidad”, señalaron.

Agregaron que sólo desde una posición intransigentemente idealista se podría considerar el trabajo como epifenómeno de la producción intelectual. “La lectura jerárquica entre funciones sustantivas y adjetivas contribuye a sustentar una visión clasista hacia los trabajadores administrativos que nos avergüenza”.

Por ello, los firmantes del documento Akuavi Adonon, Alejandro Araujo, Paulina Aroch y Zenia Yébenes llamaron a leer el conflicto actual desde la afectación a las políticas de la educación superior e investigación que bajo el modelo de competencia, producción y acumulación de “puntos” se imponen en el país desde los años 80, favoreciendo la búsqueda de los incentivos individuales en detrimento de los colectivos.

Agregaron que los sistemas de becas y estímulos académicos provocan que el énfasis del salario ya no esté en la obtención de un salario base digno, sino que éste se obtenga a partir de becas y estímulos medidos a partir de la producción individual, “lo cual parece haber cooptado nuestra función crítica, prácticamente desapareciendo el pensamiento como proceso; un proceso crítico, desinteresado y colectivo”.

“Participamos en una forma de auto-explotación incesante por sacar la mayor cantidad de productos de investigación”, advirtieron.

En este sentido, señalaron que se trabaja para posicionarse mejor en el mercado de acuerdo con índices de valoración cuantitativos correlativos al valor diferenciado de revistas, de idiomas de publicación y de instituciones a nivel mundial, a su vez correlativos a los órdenes diferenciados de poder económico a nivel internacional, por lo que hoy más que nunca “nuestra función intelectual queda supeditada a una lógica mercantil”.

Continuaron, “somos trabajadores. Estamos precarizados. Pero nuestra vulnerabilidad –develada por la huelga como síntoma– normalmente está disfrazada por una lógica aspiracionista que nos lleva a negar nuestro lugar estructural, identificándonos con el discurso que viabiliza esta estructura.

El documento explicó que a consecuencia de estas políticas, “el SITUAM vio mermada la participación de los académicos que lo abandonamos a su suerte y se centraron, siguiendo los lineamientos impuestos por las políticas educativas, en una carrera individual a partir de la obtención de becas y estímulos que constituirían el grueso del salario.

Advirtió que los órganos colegiados son representativos sobre todo nominalmente puesto que una vida colegiada genuina requiere de las condiciones que la favorezcan y una parte altamente significativa del personal académico está más preocupada por cumplir las condiciones para alcanzar las becas y estímulos que en participar en el conjunto de tareas que reclama la universidad.

La política de detrimento al salario base que ha sido compensada con premios y estímulos provoca una dinámica de trabajo atomizada, en la medida en que obliga a los profesores a priorizar la acumulación de los puntos que permitirán engrosar el ingreso personal. Hay que señalar que estas becas y estímulos no cuentan como salario y que las prestaciones salariales se calculan a partir del salario base, abundaron los especialistas.

Por todo lo anterior, apelaron a las autoridades universitarias para destrabar de manera urgente el conflicto. ”Consideramos que una propuesta de negociación tras el fin de la huelga es insuficiente dado el incumplimiento de las autoridades de anteriores promesas en este sentido en la huelga de 2008, donde se condicionó el levantamiento de la huelga a conseguir dinero externo en un plazo determinado, cosa que nunca sucedió, y en el acuerdo no cumplido de 2014”.

Solicitaron de manera urgente una explicación clara, precisa, concreta y a profundidad de las preguntas planteadas puesto que de manera pública y manifiesta no se ha encontrado respuesta alguna.

-Fin de nota-

 

NTX/RBR/CHA