Los males más comunes de animales en cautiverio. Bantú tenía uno

 

El confinamiento extremo los puede llevar a padecer zoocosis


Un artículo publicado en la página web de la organización Anima Naturalis, señala que cuando los animales se ven obligados a pasar mucho tiempo en cautiverio pueden desarrollar comportamientos anormales.

El confinamiento extremo lleva a los animales a padecer zoocosis, una patología acuñada en 1992 por el zoólogo, cofundador de “ZooCheck”, Bill Travers.

Travers creó ese término para referirse al comportamiento anormal de los animales de los zoos, apuntando que podría ser la prueba de que el cautiverio conduce a la neurosis.

Estos animales muestran comportamientos obsesivos, anormales y repetitivos.

animales

 

La zoocosis puede presentar los siguientes síntomas:

Deambular constantemente: caminar de arriba a abajo, siguiendo el mismo recorrido sin cesar. Pueden presentar este comportamiento los felinos y los cánidos.

Dar vueltas en círculos: es una forma de deambular incesantemente.

Lamer repetitivamente: las paredes, barrotes o las puertas de la jaula. Las jirafas suelen presentar este comportamiento.

Morder repetitivamente

Girar el cuello de forma antinatural: suele ser característico de los primates en cautividad.

Balancearse: balanceo constante de lado a lado mientras permanecen de pie. Se puede observar en elefantes.

Mecerse: balancearse hacia delante y hacia atrás de forma obsesiva, a veces sentados y abrazados a alguna cosa. Suelen presentar este comportamiento los simios.

Apatía: pasividad y falta de reacción a los estímulos. Esto suele ser causa de la marginación y la separación forzosa de sus grupos sociales.

Agresividad: hacia objetos, animales o personas

Automutilación: los animales que sufren zoocosis pueden auto-infligirse daños como morderse la cola, las extremidades, o golpearse la cabeza contra la pared.

Coprofília: modo antinatural de comer y jugar con los excrementos.

Si un animal presenta alguno de estos comportamientos “estereotipados” quiere decir que está en un estado de estrés continuo y que por lo tanto no tiene las condiciones de vida necesarias para su bienestar.

La zoocosis se puede detectar no sólo en animales del zoológico o el circo, sino también en animales de granja, en laboratorios o en otras situaciones de cautividad.

Sin embargo, este tipo de comportamientos anormales y obsesivos no se dan en la vida salvaje. Por ejemplo, los elefantes, en estado natural, recorren hasta 20 km al día, se bañan y comen mucha variedad de alimentos, además de establecer unas relaciones sociales complejas con el resto de su grupo.

Desarrollo de enfermedades

Miopatía de captura: Muchas especies sufren de un síndrome conocido como “miopatía de captura”, una enfermedad que se da en mamíferos y aves debido al estrés de la captura, manejo y transporte. Esto se traduce en depresión clínica, degeneración de los músculos esqueléticos y cardíacos, pérdida de coordinación, parálisis y muerte.

Después de ser capturados, los animales pueden sufrir el síndrome atáxico mioglobinúrico (una de las manifestaciones de la miopatía de captura), en el que a partir de varias horas y hasta unos cuantos días después de la captura, “los animales presentan ataxia, contracturas musculares en el cuello y mioglobinuria. La superviviencia depende de la gravedad de las lesiones, que se localizan a nivel renal y muscular”.

Según estudios de la organización internacional ADI, algunos camellos que tuvieron que viajar durante sólo 30 minutos desarrollaron una peligrosa alteración hormonal conocida como el síndrome de Cushing. Una vez finalizado el viaje, tuvieron que pasar varias horas para que su nivel hormonal volviera a la normalidad.

 

 

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JCS