MIkel Arriola hace campaña con viejas prácticas priistas

Mikel Arriola no pudo desatarse de la estructura y operación priista en su primer recorrido de campaña.

En la Delegación Álvaro Obregón, el candidato de este partido a la Jefatura de Gobierno vio a su equipo repartir bolsas, pulseras, gorras, lonas y playeras, todas con su imagen.

“Tu familia es primero”, decían las mantas colgadas en fachadas de las casas por donde realizó el recorrido. Y aunque sobre ellas predominaba el blanco sobre el rojo, y el logo del PRI era casi imperceptible, sus dos actos proselitistas recordaron ese dispendio tradicional de las campañas tricolores.

Al llegar a San Bartolo Ameyalco, colonia de estrato popular y ubicada en la zona serrana de la demarcación, Mikel se detenía en cada esquina para escuchar las necesidades de los obregonenses.

“Queremos renovar la escuela desde pintura, hay que arreglar los baños, las fachadas”, le decía una madre de familia del kínder República de Kenia. A ella se sumaban las exigencias de mejor suministro de agua potable, mayor transporte, y seguridad, a lo que el ex director del IMSS tomaba nota.

En medio de sus acercamientos, no faltó quien le gritara a bordo de un vehículo “¡arriba el Peje!” mientras que otra voz anónima vociferaba, no muy lejos, un “no les crean nada”. Mikel hacía oídos sordos y mantenía una sonrisa parsimoniosa.

En la explanada central de San Bartolo, ya lo esperaban una carpa, un equipo de sonido y unas 250 personas que gritaban al unísono “¡Mikel, Mikel!”, fondeado con una arrítmica canción de campaña: “Si tú quieres Mikel puede, si nosotros queremos, Mikel puede…”.

“Empezamos con seis puntos de intención de voto en diciembre, hoy tenemos 23 puntos y estamos casi ya empatados con este partido que se tiene que ir que se llama PRD”, presumía Mikel, quien se paseaba de un lado entre la gente.

Pero la sombra priista continuó incomodando a Mikel: “Tú comentas que quieres poner lo del salario para amas de casa; quisiera saber que si es igual a lo de Prospera, a lo de 65 y Más, y demás, porque son programas buenos pero desgraciadamente ustedes los manejan mal”, la reclama una de las presentes.

En Olivar del Conde, otra colonia de escasos recursos, Mikel también fue recibido con porras y música, lo que lo motivó a hacer su primera promesa de campaña: “No vamos condicionarles las despensas, los programas ni los servicios a nadie. Nosotros sí tenemos corazón”.

Cuestionado sobre la entrega de utilitarios, Mikel Arriola defendió su uso aunque no detalló sobre el dinero destinado.

“Es muy importante que le demos a la gente cosas que la asocien a los candidatos, lo hacen todos los partidos y nosotros tenemos que hacerlo para generar recordación y fidelidad, pero lo más importante es la propuesta”, respondió a Capitalmedia.

Sobre las manifestaciones de la gente a favor de Morena y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, Arriola espetó: “No los vi ni los oí”.

 

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