Tres pueblos mágicos a menos de tres horas de la CDMX (1/3)

Si te urge escaparte de la Ciudad de México, pero no quiere hacer un viaje muy largo y, además, buscas un lugar con hermosos paisajes, estos pueblos mágicos son la opción para huir del estrés de la gran urbe y conectarte por unos días con la naturaleza.

Tequisquiapan, Querétaro

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Este hermoso rincón del Estado de Querétaro está aproximadamente a 2 hr 30 minutos de la Ciudad de México. Su cielo limpio y azul, sus calles angostas y empedradas son el puro ejemplo de lo que es la auténtica provincia.
Este pueblo alberga dos de las casas vinícolas más importantes y muy cerca encontrarás una rancho quesero donde se lleva acabo la ya famosa Ruta del Queso.

Lo que puedes hacer:
Además de visitar las Cavas Freixenet y los viñedos La Redonda, en donde no sólo conocerás y recorrerás los campos de cultivo de la vid, sino que también podrás ver el proceso de elaboración de los caldos, encontrarás diversas actividades turísticas que te harán pasar un fin de semana maravilloso como un paseo en Globo aerostático, visitar los balnearios de aguas termales o bien recorrer la ex hacienda de San Juan del Río.

Dónde quedarse:

Quinta Patricia
Esta ubicada a unos pasos del Centro de Tequisquiapan cerca de una gran variedad de restaurantes y cafés. Cuenta con cómodas cabañas bellos jardines y alberca con calefacción.

Si solo irás a dormir, Posada Tequisquiapan es una buena opción porque es uno de los lugares más económicos. Las habitaciones son limpias y tiene lo basico para una estancia agradable.

Hotel Villa Antigua
Está a 10 minutos de Tequisquiapan. Además de su buen gusto y cuidado en los detalles, sus amplios jardines y cómodas habitaciones te proporcionarán una estancia placentera. Su comida destaca por su sazón y sabor.

Huasca de Ocampo, Hidalgo

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Este es el primer pueblo mágico del Estado de Hidalgo, y su basta naturaleza lo hace el lugar idóneo para todos aquellos que escapan de la ciudad para estar en contacto con ella.
Una de sus joyas son los prismas basálticos que atraen a miles de turistas por su incomparable belleza y magnificencia.
Otra de las actividades es recorrer las diferentes haciendas, los bosques y las formaciones rocosas que se han convertido en las características principales de este lugar. En el Bosque del Zembo puedes pescar tu propia trucha para que te la cocinen en alguno de los puestos locales, también puedes explorar el “Bosque de los duendes”, un lugar donde, dice la leyenda, vivieron esos pequeños seres de origen escandinavo que aquí en México se les conoce como chaneques.

Dónde quedarse:
Si te sientes muy aventurero, hay zonas destinadas para acampar y estar en contacto con la naturaleza. Hay muchos alrededor de los prismas basálticos y alrededor de las haciendas.

Pero si buscas lo contrario puedes quedarte en el Rancho San Antonio cuyas habitaciones cuentan con terraza o balcón con vista a sus enormes jardines. Además de esto podrás disfrutar de un solárium.

Si vas acompañado de tu mascota, La Mora Casa de Ocampo es perfecto para ti y tu animalito que podrá jugar libremente en los jardines. Este lugar cuenta con préstamo de bicicletas, y en sus añrededores puedes practicar la pesca y senderismo.

El Oro, Estado de México

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Este antiguo e importante pueblo minero se localiza a 2hr con 30 minutos de la Ciudad de México. Este lugar resulta encantador porque aún conserva las calles empedradas que mantienen ese aire pintoresco.

Las actividades más populares es recorrer el pueblo a pie, visitar su Palacio Municipal que ostenta un estilo neoclasico francés y Art Nouveau. El Teatro Juárez es una visita obligada al igual que el Centro Artesanal, que antiguamente fue una bodega de la estación del tren. La Presa Brockman es otro de los imprescindibles, la superficie del agua parece ser un inmenso espejo rodeado de pinos, cedros y diversas especies de árboles.

Dónde quedarse:

En el pueblo hay varias opciones de hoteles que cuentan con todos los servicios, también está la opción de quedarse en algunas de las cabañas que se encuentran frente de la presa Brockman.