Por qué quitar los escombros del Rébsamen

 

La fiscal de la PGJCDMX en Tlalpan dijo que con los trabajos de remoción en el Colegio Rébsamen se busca evitar el colapso de todo el inmueble.


La referencia -coincidencia- era obligada: millones de niños regresaban a sus escuelas para iniciar el ciclo escolar 2018-2019, y el mismo día, la memoria física de esos 19 pequeños fallecidos en el Colegio Enrique Rébsamen comenzaba a desmoronarse entre toneladas de concreto, varilla y ladrillos destrozados.

Lo que no tiró el sismo del 19 de septiembre, la comenzaron a hacer 50 trabajadores de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México, poco después de las nueve de la mañana de este lunes.

Ayudados de mazos, taladros y una grúa, retiraban una a una las capas de concreto del edifico colapsado, ante la notoria ausencia de padres y familiares de las 26 víctimas que perecieron debajo de esos escombros.

Lo que en realidad era una reanudación de los trabajos de demolición, luego de que el pasado 13 de agosto se suspendieran por petición de algunos padres de las víctimas, tampoco valió la presencia de alguna alguna autoridad visible, ni la del propio jefe de Gobierno de quien se especulaba su llegada.

“Estamos haciendo una remediación para evitar un riesgo a los vecinos y para evitar el colapso total del inmueble que está prácticamente derruido porque de acuerdo a dictamen que tenemos de Protección Civil, está en un alto riesgo”, señalaba Alicia Rosas, fiscal de la Procuraduría General de Justicia en Tlalpan.

Se colocó un gran tapial sobre la calle de Rancho Tamboreo, lo que obstruyó el paso no solo a peatones y vehículos, sino la entrada a los vecinos de la colonia Nueva Oriental.

“No me avisaron que iban a cerrar”, se quejaba una de las vecinas, quien al igual que otros colonos, tuvo que dejar su vehículo fuera alrededor del cerco.

“La delegación les ofrecerá una pensión para puedan dejar sus vehículos durante los dos meses que duren los trabajos”, defendía Alicia Rosas en entrevista para Capitalmedia.

A las 16:25 horas “Tláloc” cayó sobre territorio Rébsamen y los trabajos tuvieron que ser suspendidos por lapso de una hora, mientras los peritos de la PGJCDMX y los policías de investigación se tomaban un descanso.

“Están listos para identificar otros indicios que puedan aportar a la carpeta de investigación y que no se destruya ningún tipo de evidencia”, explicaba Rosas.

Poco después de las 18:00 horas, se borró todo rastro de atención: no había más medios de comunicación, poco a poco se iban los trabajadores y la nublada tarde, terminó por sepultar la nostalgia de quienes esperaban más que una serie de quejas vecinales frente al Rébsamen.

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