A 25 años del asesintato de Selena Quintanilla

 

Yolanda Saldívar, la presidenta de su club de fans, la mujer que de a poco se ganó su confianza, la asesinó.


Selena Quintanilla era entonces la “Reina del Tex Mex” y triunfaba en la escena musical de Estados Unidos y México.

La historia cuenta que Saldívar era una gran seguidora de Selena y como presidenta de su club de fans tuvo acceso a ella hasta que se convirtió no sólo en su amiga y persona de confianza, sino también en la encargada de las boutiques de la intérprete.

Como si se tratara de una premonición, la cantante llegó a declarar “Es una lección que debemos aprender todos. Saber cuándo dejar ir algo o a alguien”.

Pero Saldívar no entendió la lección. Se resistió a dejar ir a Selena. Y es que para ese fatídico la relación entre ambas estaba rota.

En medio de una discusión, la mañana de aquel 31 de marzo, Saldívar disparó un revólver calibre .38mm que dejó herida de muerte a la cantante, como se determinó posteriormente en el juicio. Saldívar declaró desde un principio que sí disparó en contra de su “hija”, como la llamaba. Pero desde entonces ha dicho que fue por accidente y que su motivación guarda un secreto que no ha querido revelar.

El asunto pronto acaparó las transmisiones de radio y televisión en diversos países. Sobre todo porque Saldívar se atrincheró y sólo se entregó a las autoridades 9 horas después.

“Ambas discutimos porque yo quería dejar de trabajar para ella. Le di todo lo que tenía, el teléfono celular y los documentos bancarios mientras nos peleábamos”, aseguró Yolanda en su momento, pero su versión no convenció a las autoridades. Fue sentenciada a cadena perpetua.