A un año del incendio en Notre Dame se desconoce qué lo originó

 

Un año después del incendio de la catedral de Notre Dame, continúan las investigaciones para intentar determinar las causas del siniestro


La Catedral de Notre Dame resiste, mutilada y solitaria, encerrada en una peligrosa red de andamios retorcidos un año después que un incendio cataclísmico destruyó su interior, derribó su famoso capitel y horrorizó al mundo.

 

Unas 40.000 barras metálicas — erigidas para un proyecto de renovación previo — se derritieron en el intenso incendio del 15 de abril de 2019. Los inestables andamios ahora ponen en peligro a la joya gótica que para muchos representa el alma de Francia.

Las pesquisas avanzan a paso lento, aún más ahora, durante la pandemia de coronavirus. “Es una investigación larga, compleja, colosal”, admitió en febrero el fiscal de París, Rémy Heitz, a la radio Europe 1. Hasta ahora, se desconoce la causa exacta del incendio.

Durante su investigación preliminar, concluida en poco más de dos meses, la fiscalía de París analizó 96 elementos de prueba, realizó un centenar de interrogatorios y compiló 1.125 hojas de procedimiento.

Cuando transmitió todos estos elementos en junio a tres jueces de instrucción, con prerrogativas más amplias, el fiscal indicó que privilegiaba la pista accidental y citó la posibilidad de un cigarrillo mal apagado o una avería eléctrica.

Desde entonces, no ha habido nuevas pruebas que apoyen la hipótesis criminal, dijo Heitz en febrero.

Pero la investigación aún continúa. En un informe presentado el 22 de octubre de 2019, el laboratorio central de la prefectura de policía (POLCA) recomendó que se realizaran investigaciones adicionales en la zona donde se inició el incendio, según una fuente judicial.

Las investigaciones en el terreno avanzan con dificultad ya que ciertas zonas de la catedral, incluida la identificada como el lugar donde comenzó el incendio, siguen siendo inaccesibles.

Los investigadores del Departamento de Investigación Criminal esperan ahora poder acceder a esta zona, pero primero hay que aguardar que el andamiaje que fue montado en la cubierta de la catedral antes del incendio para realizar obras de restauración, sea retirado.

Sin embargo, esta fase, que debía comenzar el 23 de marzo y durar cuatro meses, fue aplazada a causa de la epidemia de COVID-19.

Según la institución pública que gestiona la reconstrucción, las instalaciones existentes no podían garantizar las normas de seguridad impuestas para frenar el coronavirus, en particular la distancia mínima de seguridad.