Aprueban extradición de ex presidente de Cataluña; niegan cargos por rebelión

Carles Puigdemont, quien fue detenido el 25 de marzo en Alemania tras un fallido intento de promulgar la independencia de Cataluña, será extraditado a España para que enfrente cargos por mal uso de fondos.

Sin embargo, la justicia alemana determinó que no hay elementos para culpar a Puigdemont de rebelión, el cargo principal por el que España esperaba juzgarlo.

La determinación fue dada a conocer este jueves 12 de julio, después de una sesión del Tribunal Superior de Schleswig-Holstein.

A partir de ahora, será la Fiscalía de Schleseig-Holstein la que determine los plazos para cumplir con la extradición del expresidente de la Generalitat de Cataluña. Aún se desconoce la fecha en la que esto pueda llevarse a cabo.

Puigdemont fue detenido a finales de marzo pasado en una carretera de Schleswig-Holstein, por la que viajaba para regresar a Bélgica, donde tiene actualmente su vivienda. La captura se debió a una orden internacional de detención en su contra emitida por el anterior gobierno español de Mariano Rajoy.

El motivo de la disputa en torno a Puigdemont fue el referéndum sobre la indepedencia de Cataluña. Puigdemont decidió que éste se llevara a cabo a pesar de que el gobierno español había declarado la ilegalidad del procedimiento.

Puigdemont utilizó para ello 1.6 millones de euros (1.86 millones de dólares) de fondos públicos.

Tras la decisión del tribunal regional alemán, el defensor legal de Puigdemont subrayó que sin el reconocimiento del cargo de rebelión, su cliente no podrá ser juzgado por ese delito en España.

En un mensaje de Twitter, Puigdemont señaló que “con la decisión del tribunal regional alemán la mentira principal del Estado quedó extinguida. La Justicia alemana rechaza que el referéndum para la indepedencia el 1 de octubre haya sido una rebelión”.

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Si bien la Fiscalía de Schleswig-Holstein consideró desde un inicio que procedía la deportación de Puigdemont, el Tribunal Superior le permitió quedarse en suelo alemán porque consideró que los sucesos no llenaban la tipificación de ese delito. El político catalán se estableció en Berlín.

 

El Tribunal argumentó que el político catalán, de 55 años, podía permanecer en libertad porque no había riesgo de fuga y además había cumplido con las condiciones que se la habían impuesto, como presentarse una vez a la semana ante la policía de ese estado del norte alemán.

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