Casi mata a su novio a martillazos, puñaladas y quemaduras

 

La otra cara de la violencia de género


Durante más de tres años, sufrió maltrato físico y psicológico por parte de su pareja sentimental, al grado de llegar a los golpes, quemaduras y puñaladas.

Todo parecería corresponder con los estereotipos y prejuicios que se tienen sobre las relaciones de pareja, si no es porque en este caso la víctima fue un joven que hoy tiene 22 años y la victimaria, su novia.

Alex Skeel tuvo que soportar las embestidas de la joven Jordan Worth, en Stewardby, Reino Unido, hasta que no pudo más.

Ellos se conocieron cuando ambos tenían 16 años y al poco tiempo comenzaron una relación.

Casi desde el principio Alex fue sujeto de maltrato psicológico que luego se volvió también físico, pero fue durante los últimos nueve meses de la relación que las agresiones subieron de tono, hasta convertirse en puñaladas, martillazos y quemaduras.

De acuerdo con ABC de España, en una ocasión Alex fue despertado de un botellazo, para luego ser perseguido y golpeado con un martillo en cara y brazos.

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Como parte del maltrato, ella también le negaba la comida, lo obligaba a dormir en el suelo y a mantenerse lejos de su familia.

“Tuve quemaduras abiertas. Perdí 20 kilos. Fueron tres años de abuso mental y luego se volvió físico (…) Se me infectaron las quemaduras en casi todo el cuerpo. Afortunadamente se las arreglaron para tratarlo”, relató el joven a la BBC.

Contó que una vez Jordan le dijo que había recibido un mensaje donde le informaron que el abuelo de él había fallecido. Luego de ver llorar a su novio por dos horas, le confesó que la noticia era falsa y todavía le reclamó por haberse preocupado por su familia.

El año pasado, gracias a la intervención de un vecino que escuchó los gritos provenientes de la casa donde ambos vivían, el joven Skeel tuvo que ser llevado al hospital en una ambulancia, pues tenía quemaduras en brazos y piernas, ocasionadas por el agua hirviendo que su novia le había arrojado.

Días después, un oficial de Policía lo persuadió para que hablara sobre el infierno que estaba viviendo.

La chica se declaró culpable de las agresiones y fue condenada a 7 años de prisión, más 6 meses por comportamiento controlador y coercitivo. Se trata de la primera condena por violencia de pareja en Reino Unido donde la agresora es una mujer.

Para el inspector jefe de detectives Jerry Waite, “el control coercitivo es sutil: no siempre es obvio lo que ha estado sucediendo y puede aumentar. La víctima puede no reconocer inmediatamente el comportamiento como abuso y el deseo de controlar a menudo apuntala relaciones abusivas y puede llevar a la violencia”.

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Ahora, a sus 22 años, Alex ofrece públicamente su testimonio para instar a otras víctimas de este tipo de violencia a que rompan el silencio.

“Quiero contar mi historia. No quiero que una persona más sufra lo que he sufrido. El hospital me dijo que estaba a 10 días de la muerte. Creo que la razón por la que sobreviví para contar mi historia es para ayudar a otros”.

¿Y en México?

En México los casos de violencia ejercida contra los hombres son más comunes de lo que la opinión pública supone.

El propio gobierno ha reconocido que, “históricamente, en torno a la figura masculina se ha marcado un estereotipo caracterizado por la fuerza física y por la insensibilidad, caso contrario al creado para la mujer. Sin embargo, un caso de maltrato al hombre es mucho más habitual de lo que nosotros pensamos”.

La violencia en una relación puede ser cualquier agresión física, psicológica, mental y sexual, con el fin de mantener el control sobre la otra persona.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), casi 25% de las denuncias sobre este tipo de violencia en 2011, por citar un año, correspondieron a hombres maltratados por sus parejas. Del total de 5 mil 632 personas denunciadas por violencia doméstica, 76.2% fueron hombres y 23.8% mujeres.

Y se cree que la cifra negra, es decir los casos no denunciados, es significativamente alta.

Entre los principales motivos por las cuales los hombres no denuncian ser víctimas de violencia doméstica destacan los siguientes:

• Sentirse avergonzado: Cuando se produce la violencia contra el hombre, generalmente ésta suele ser vista con risas entre las demás personas.
• Dificultad para que las autoridades le crean. Generalmente la Policía no suele dar mucha credibilidad a los hombres maltratados, o en caso de creerse, se minimizan los abusos.
• Negación del problema. Esto es común en los dos géneros, independientemente de la parte que sea maltratada.
• En el caso de algunos homosexuales hombres. Temor a tener que reconocer públicamente su identidad sexual, pues un alto porcentaje lo oculta de sus familiares, principalmente.

dgp