China detiene a ex presidente de Interpol por corrupción

China detiene a ex presidente de Interpol por corrupción
 

El expresidente de la Interpol, Meng Hongwei, fue detenido de manera formal por acusaciones de corrupción, informó hoy en un comunicado la Fiscalía Popular Suprema de China en su página web, reportaron medios locales. La prensa de Hong Kong señaló desde el 27 de marzo pasado que Meng, de nacionalidad china, fue formalmente expulsado del […]


El expresidente de la Interpol, Meng Hongwei, fue detenido de manera formal por acusaciones de corrupción, informó hoy en un comunicado la Fiscalía Popular Suprema de China en su página web, reportaron medios locales.

La prensa de Hong Kong señaló desde el 27 de marzo pasado que Meng, de nacionalidad china, fue formalmente expulsado del Partido Comunista de China (PCCh) y relevado de todos sus cargos “por graves violaciones de la ley y la disciplina” del partido.

Meng, de 56 años de edad y exviceministro de Seguridad Pública, había sido acusado anteriormente por la Comisión Central para Inspección Disciplinaria del Comité Central de abuso de poder, y “despilfarro de fondos públicos”, entre otros delitos.

El 25 de septiembre pasado el todavía número uno de la Interpol abordó un avión con destino a China, y desde ese momento no se supo más de él, e incluso su familia dejó de tener noticias suyas durante varios días.

Fue entonces que ante la presión de la comunidad internacional, que exigía a China explicaciones sobre su desaparición, la Comisión Nacional de Supervisión, órgano anticorrupción chino, confirmó su detención a principios de octubre pasado.

Poco después de que él mismo renunció al cargo en una carta, la Interpol anunció la dimisión, “con efecto inmediato” de su presidente.

Meng fue investigado luego que fue detectado que aceptó sobornos y violó la ley estatal, un comportamiento que causó un “grave daño” al partido y a la seguridad nacional, informó el Ministerio de Seguridad Pública.

De acuerdo con la legislación china, la policía puede mantener incomunicado y en un lugar secreto hasta seis meses a sospechosos de faltas a la seguridad nacional, acusados de terrorismo o sobornos, lo que muchas veces es aplicado a disidentes o activistas.

A partir de 2013 el gobierno de China comenzó a juzgar a numerosos altos funcionarios por recibir sobornos, dentro de su campaña anticorrupción, que comenzó con la llegada al poder del presidente Xi Jinping en 2013.