Detienen a Cunha; rival de Rousseff

 

Es acusado de corrupción, vinculada a Petrobras


El expresidente del Congreso brasileño, Eduardo Cunha, fue detenido ayer por la policía por su papel en los escándalos de corrupción vinculados a Petrobras.

Entre otros cargos, Cunha está acusado de recibir al menos cinco millones de dólares en concepto de pagos de propinas procedentes de contratos sobrefacturados de empresas suministradoras de Petrobras.

El exlegislador, de 58 años, era considerado uno de los políticos más influyentes del país hasta hace unos meses y el principal promotor del juicio político contra la expresidenta Dilma Rousseff.

Cunha, un provocador político conservador que inició su carrera en Río de Janeiro, fue detenido en Brasilia cuando estaba almorzando, ante el riesgo de que se fugara del país.

Evangélico de religión, contrario al matrimonio homosexual y a cualquier forma de aborto, Cunha fue el principal azote del gobierno de Rousseff desde que ella inició su segundo mandato en enero de 2015 y fue elegido presidente de la Cámara baja.

Su papel fue fundamental en la apertura del proceso de juicio político contra Rousseff, supuestamente como represalia contra la mandataria por no brindarle apoyo político para que Cunha saliera impune de los escándalos de corrupción.

Tras el inicio del impeachment, el poder de Cunha se debilitó y acorralado por los escándalos de corrupción, tuvo que dimitir de la presidencia de la Cámara.

Luego fue depuesto de su cargo como parlamentario el 12 de septiembre pasado con el voto de sus colegas diputados, perdiendo de esta forma el fuero privilegiado.

“La libertad del exdiputado suponía un riesgo para la instrucción del proceso, el orden público y también había la posibilidad concreta de fuga, ya que disponía de recursos ocultos en el exterior, además de su doble nacionalidad brasileño-italiana”, señaló la orden de detención.