El papa celebra la misa de Ramos, con la plaza de San Pedro vacía

 

Los sacerdotes celebraron la misa en los techos para que los fieles que vivían en edificios aledaños pudieran observar desde sus balcones y terrazas.


El papa Francisco celebró la misa del Domingo de Ramos en una Basílica de San Pedro vacía debido a la pandemia de coronavirus, mientras que los párrocos en otras partes de Roma se subieron a los techos de las iglesias y campanarios para dirigir los servicios a algunos fieles que pudieron presenciar el ritual.

La misa fue difundida en directo en la página web del Vaticano, como también lo será el próximo domingo para la misa de Pascua, la celebración más importante del cristianismo.

Francisco, que se veía pensativo y sonaba apagado, dirigió la primera de varias ceremonias de la Semana Santa que no contarán con la presencia de los fieles, debido a que las rígidas medidas de aislamiento de Italia prohíben las reuniones públicas.

“Hoy, en el drama de la pandemia, ante tantas certezas que se desmoronan, frente a tantas expectativas traicionadas, con el sentimiento de abandono que nos oprime el corazón, Jesús nos dice a cada uno: ‘Ánimo, abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene’, dijo el papa argentino en su homilía.

Dirigiéndose a los jóvenes, Francisco mencionó el esfuerzo de todos aquellos que pese al riesgo de contagio salen a la calle para ayudar a los otros.

Las medidas de distanciamiento social interrumpieron las prácticas del Domingo de Ramos en todo el mundo. En Jerusalén, donde miles de peregrinos generalmente participan en la procesión, este año sólo un número limitado pudo participar. Los clérigos y fieles fueron de puerta en puerta lanzando las ramas a los cristianos que se asomaban de sus balcones.

En Italia, el país europeo más golpeado por la COVID-19, se registraron 15,362 muertos desde el primer deceso vinculado al virus a fines de febrero.