España se prepara para histórica jornada electoral

 

Existe un alto número de indecisos a menos de una semana para la elección


Por Ana María Pascual

Las elecciones generales que se celebrarán en España el próximo domingo 28 de abril son una de las citas electorales más importantes desde que se restauró la democracia, en 1977.

Los resultados marcarán el futuro para la próxima década de un país crispado socialmente, con una creciente preparación del empleo y una enorme crisis territorial provocada por la reivindicación de independencia de un sector de Cataluña.

Estas elecciones vienen precedidas de una debilidad parlamentaria sin precedentes en la historia de España, gobernada siempre por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), hasta ahora único representante de la derecha.

Por primera vez, hace 10 meses, un presidente del gobierno, Mariano Rajoy, del PP, fue expulsado por una moción de censura, tras resultar su partido condenado por financiación ilegal. Entonces se conformó el actual gobierno socialista, liderado por Pedro Sánchez. El presidente Sánchez convocó elecciones generales, el pasado 15 de febrero, debido a que su propuesta de presupuestos no fue aprobada en el parlamento.

Las encuestas auguran la victoria del PSOE, pero sin alcanzar una mayoría que le permita gobernar en solitario. Por primera vez, cinco partidos políticos entran en el terreno de juego con posibilidades reales de influir decisivamente en la formación de un gobierno.

A la izquierda, PSOE y Unidas Podemos; y a la derecha, PP, Ciudadanos y Vox, un partido de extrema derecha que ya cuenta con representación parlamentaria en Andalucía. El centro político, principal bastión de la democracia española hasta ahora, se desdibuja. Nunca antes habían existido tantas diferencias ideológicas en las propuestas electorales.

A este panorama hay que añadirle que al día de hoy un 40 por ciento de los españoles con derecho a voto se declaran indecisos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS); una cifra enorme que podría decantar la balanza el próximo domingo o quizá convertirse en una mayúscula abstención, lo que en las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía se tradujo en un gobierno de derecha formado por Ciudadanos y PP, a los que apoya Vox. Los socialistas perdieron su feudo histórico en Andalucía.

Los cambios sociales, el empobrecimiento de la población, la radicalización ideológica, el final del bipartidismo y la amenaza de ingobernabilidad marcan estas elecciones generales en España.

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