Empleado de una fábrica de República Checa construye un avión para llegar a su trabajo

Un empleado de una fábrica en Čkyně, República Checa, construyó un avión casero para trasladarse.

Frantisek Hadrava, de 45 años, va al trabajo en su pequeño avión ultraligero, al que bautizó como “Vampira” y para su construcción se inspiró en los aeroplanos norteamericanos ‘Minimax’, que alcanzan una velocidad de 145 kilómetros por hora.

Lo curioso del caso, es que solo tardaba 14 minutos en llegar a la fábrica, ahora hace cinco, pero aún así consideró que podía aprovechar mejor ese tiempo.

Su aventura le llevó dos años de trabajo y una inversión aproximada de 3,700 euros.

Aparte del ahorro de tiempo, este cerrajero checo disfruta de unas increíbles vistas al sobrevolar las montañas del parque nacional Sumava. Cuando llega al trabajo, aterriza en un campo cercano y luego arrastra el avión hasta el estacionamiento de la fábrica, en la que elaboran herramientas para la industria forestal.

 

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JCS