La recién llamada aeronave más grande del mundo, por sus 92 metros de largo y 43.5 de ancho, se estrelló durante su segundo vuelo de prueba, cuando se precipitó sin motivo aparente contra el suelo en Bedforshire, Inglaterra, causando daños en la cabina de los pilotos, aunque sin dejar heridos.
Desde su primer prueba, ayer, el Airlander 10, una mezcla de avión, helicóptero y dirigible, causó gran expectativa entre propios y extraños, ya que por sus características, y a pesar de su enorme tamaño, no necesita pista para aterrizar o despegar, lo que incluso puede hacer sobre el agua.
Asimismo, la empresa que lo fabricó, HAV, afirma que dicha nave puede volar hasta por cinco días seguidos y puede usarse para vigilancia territorial, envío de ayuda o transporte de pasajeros.
FCL
