España busca apagar animos independentistas de Cataluña

 

Crece división por movilizaciones independentistas


El gobierno español activó un operativo de seguridad en Cataluña, noreste del país, el cual incluye el envío de más policías y cancela el traslado de agentes designados a esa región hacia otras comunidades; estas medidas se efectuaron ante las movilizaciones independentistas anunciadas por el gobierno local.

De acuerdo con fuentes oficiales, la Policía Nacional autorizó el envío de 500 elementos de la Unidad de Intervención Policial, entre los que destacan antidisturbios, custodia de sedes oficiales y colaboración con otros cuerpos policiales.

La medida se suma a la suspensión, hasta el próximo 15 de octubre, del traslado a otras comunidades de 300 agentes de la Guardia Civil que están designados a Cataluña (en algunos casos) desde el año pasado, cuando las movilizaciones independentistas se multiplicaron.

La operación se conoce después de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Torra, convocó a los ciudadanos a “desbordar” la avenida Diagonal de Barcelona el 11 de septiembre, el día nacional de los catalanes (Diada).

Asimismo, llamó a la movilización el 20 de septiembre para recordar la realizada un año atrás ante la Consejería de Economía que causó detención de los dirigentes secesionistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Las movilizaciones se mantendrán hasta el 1 de octubre para conmemorar el primer aniversario del referéndum independentista.

Símbolos

Una tira plástica amarilla con los extremos cruzados se convirtió en la principal arma de los separatistas catalanes ante su lucha contra quienes quieren proteger la integridad de España.

No pasa día sin que pequeños grupos de separatistas se reúnan para atar estas tiras a bancos, postes del tráfico, cercos y botes de basura, o para pintar lazos en las aceras de Barcelona y de cientos de localidades vecinas de Cataluña.

Para la activista Silvia Pla y sus compañeros, el lazo simboliza las protestas contra la detención de los dirigentes separatistas.

Los lazos amarillos que aparecen en plazas, puentes y calles, no obstante, han movilizado también a la otra mitad de los 7.5 millones de residentes catalanes que desean mantener los lazos centenarios con el resto de España.

“Brigadas de limpieza” formadas por voluntarios retiran los lazos de todos los sitios que son propiedad pública, aunque no tocan las banderas y carteles que cuelgan de los balcones en las casas de separatistas.

“Esta gente ha hecho daño a Cataluña y trató de realizar un golpe de estado”, afirmó José Casado, portavoz de las brigadas.