Fiscalía pide juicio en contra de Sarkozy

 

Se le acusa de financiamiento ilegal de campaña


La Fiscalía de París confirmó ayer la inculpación y pidió juicio contra el expresidente conservador francés Nicolas Sarkozy (2007-2012), por presunto financiamiento ilegal de su campaña en las presidenciales de 2012, reportaron fuentes de la investigación.

Sarkozy forma parte de la lista de 14 acusados por el caso denominado Bygmalion, abierto por las sospechas de que su campaña se financió en parte con facturas falsas.

La petición de la fiscalía será a partir de ahora analizada por los jueces de una corte Correccional que deberán pronunciarse en las próximas cuatro semanas sobre si absuelven al exmandatario o confirman la inculpación solicitada por la Fiscalía en cuyo caso Sarkozy sería juzgado.

El dictamen judicial será publicado antes de las elecciones primarias del partido de Sarkozy, “Los Republicanos”, en las que la formación elegirá a su candidato para las elecciones presidenciales de la primavera del año próximo.

Sarkozy es uno de la docena de aspirantes a ser el candidato del partido a las elecciones primarias de su formación que tendrán lugar a finales de noviembre.

Inicialmente, la investigación fue abierta al descubrirse presuntas facturas falsas emitidas por la sociedad Bygmalion por alrededor de 18 millones de euros.

Las facturas habrían sido emitidas presuntamente para cubrir los gastos extras de la campaña presidencial de Sarkozy que habrían superado lo permitido por la ley electoral francesa.

En teoría, Sarkozy corre el riesgo de ser condenado a una pena de un año de cárcel y de alrededor de cuatro mil dólares de multa.

Pero si es elegido presidente en las elecciones del año próximo un eventual juicio se congelaría hasta el final de su mandato en 2022, explicaron fuentes jurídicas.

Bygmalion fue una empresa creada en 2008 con el fin de organizar las campañas electorales de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido conservador de la época. La empresa organizó la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy de 2012.

Dos años más tarde, tras las elecciones europeas de 2014, se descubrió que la empresa había producido una gran cantidad de facturas falsas para encubrir los gastos de una parte sustancial de la campaña presidencial del exmandatario francés.