Honra Obama a las víctimas de Orlando

 

El presidente llamó a endurecer el control de armas


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó ayer a Orlando, Florida, para reunirse, junto con el vicepresidente, Joe Biden, con sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre en la discoteca “Pulse”.

El mandatario renovó su llamado a los legisladores a aprobar leyes de control de armas más fuertes para “poner fin a la plaga de violencia que éstas causan a tantas vidas”.

Además, ofreció una ofrenda floral en un monumento en el centro de la ciudad, cerca del club donde se produjo el tiroteo cuatro días antes, y dijo que esta comunidad fue “sacudida por el mal”.

También se reunió en privado con las víctimas del tiroteo en la arena del “Amway Center” en el centro de la ciudad.

En la arena se estableció una área para que los sobrevivientes al atentado, algunos de ellos aún en sillas de ruedas, pudieran tener acceso al lugar.

A su llegada, después del mediodía, Obama abrazó al alcalde de Orlando, Buddy Dyer, que mostró al presidente una camiseta negra con la leyenda “Orgullo de Orlando”, con un corazón iluminado con los colores del arcoiris.

El presidente visita Orlando después del peor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos a manos de Omar Mateen, que dejó 49 muertos y 53 heridos en la discoteca “Pulse” de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT).

Investigadores de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) tratan de reconstruir los hechos y las acciones que Mateen realizó en los últimos meses, para determinar con precisión lo que motivó al hombre de 29 años, de padres afganos, a llevar a cabo el ataque.

El presidente norteamericano visita la ciudad de Orlando, que vive los días más negros de su historia, no sólo por la matanza en la discoteca “Pulse”, sino también por el asesinato de una joven cantante mientras firmaba autógrafos y el ataque de un caimán a un niño de dos años mientras vacacionaba con su familia en un parque de diversiones.