Impiden detención de presidenta de Madres de Plaza de Mayo

 

Miles de personas impidieron que Hebe de Bonafini fuera levada ante la justicia


Buenos Aires, Argentina.- Miles de personas impidieron hoy la detención de Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, considerada una de las organizaciones de derechos humanos más prestigiosas a nivel internacional.

De Bonafini, de 87 años, tenía que acudir este jueves a declarar ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi, quien investiga un fraude en el programa “Sueños Compartidos”, a través del cual las Madres de Plaza de Mayo construían viviendas sociales con recursos públicos.

La activista humanitaria ya había advertido que no se presentaría ante el juez -en lo que era su segunda citación-, por lo que el magistrado anticipó desde la noche del miércoles que ordenaría la detención de De Bonafini, pero sólo con fines de declaración.

Esta tarde, policías federales intentaron cumplir la orden del juez y acudieron a la sede de las Madres de Plaza de Mayo, ubicada en el centro de esta capital, pero se toparon con una movilización popular que cada vez se volvía más multitudinaria.

Custodiada por sus simpatizantes, De Bonafini logró llegar a la Plaza de Mayo para encabezar la ronda que las Madres realizan de manera ininterrumpida desde 1977 para denunciar las desapariciones masivas de la dictadura militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983.

En ese lugar, la activista leyó una carta en la que denunció que era una perseguida política y que la quieren meter presa, no en un afán de justicia, sino de venganza, como en el caso de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

De Bonafini es un personaje controvertido en Argentina porque si bien simboliza una lucha trascendental para los derechos humanos, su actitud agresiva y verticalista provocó rupturas en la organización y críticas frecuentes por parte de otros organismos.

La orden de detención en su contra acaparó las redes sociales, que se dividieron entre mensajes de seguidores incondicionales, otros que decían que pese a su trayectoria no puede estar por encima de la ley y quienes la odian desde que peleaba contra la dictadura.

Mientras De Bonifini seguía custodiada por miles de simpatizantes, entre ellos exfuncionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, el juez, quien ya la había declarado “en rebeldía”, emitió una nueva orden de captura y le prohibió salir del país.

MASR