El impuesto a los robots que propone Bill Gates

 

En Silicon Valley dan por hecho que la economía del futuro estará automatizada


AUTOR DE REPORTE ÍNDIGO: LOURDES GONZÁLEZ

El fundador de Microsoft, Bill Gates abandera el desarrollo de la inteligencia artificial, pero es partidario de que los gobiernos cobren un impuesto a los robots, en vez de prohibir su uso, por la amenaza que pudiera tener en la fuerza laboral.

Gates declaró en una reciente entrevista, que en los siguientes 20 años habrá actividades en las que los humanos serían reemplazados por robots. Por ejemplo, el trabajo de almacén o la conducción de vehículos, por lo que es necesario que los gobiernos tengan políticas públicas que atiendan esas situaciones.

Su propuesta radica en que si una empresa paga impuestos por cada trabajador entonces un robot que haga la misma tarea también debe ser gravado con una tasa similar. Pero además, el dinero recaudado debe destinarse a incentivar empleos donde las habilidades humanas sean necesarias, como puede ser el cuidado de los niños y ancianos.

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Bill Gates salió a defender su idea luego que el 16 de febrero de este año, la Comisión Europea rechazó la propuesta de la eurodiputada, Mady Delvaux, para crear un impuesto a los robots, que reemplacen el trabajo humano.

La decisión de enterrar el impuesto a los robots fue aplaudida por la industria de la robótica, que proclama que sería una forma de inhibir la innovación.

La Federación Internacional de Robótica (IFR) asegura que la automatización y el uso de robots crearán nuevos puestos de trabajo debido a que generarán ganancias de productividad.

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El Parlamento Europeo sostuvo que el uso creciente de robots genera aspectos éticos relacionados con la privacidad y la seguridad; por eso recogió un código de conducta voluntario.

Un estudio de la Universidad de Oxford sobre el impacto de la automatización en 702 oficios arrojó que 47 por ciento de los empleos en Estados Unidos estaban en riesgo de desparecer.

El think tank estadounidense Brookings Institution reveló que entre 2012 y 2017 la cantidad de robots industriales en el mundo se incrementó de 1.2 millones a 1.9 millones.

Inquietud artificial

El tema también ha captado la atención del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que dedicó una sección de su evento en Davos, Suiza al rol de la llamada cuarta revolución industrial y a los diversos efectos en el mundo, algunos deseables y otros no.

El organismo ha evaluado desde hace años los riesgos tecnológicos de la automatización. De hecho, en la segunda edición del informe global de riesgos que elaboró, en 2006 ya hacía alusión a preocupaciones sobre la “eliminación de la privacidad y la reducción de la cohesión social”.

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Para el 2013, el análisis abordó el riesgo de “propagación rápida de la información errónea”, porque afecta la confianza social ante la falta de controles y de verificación de los hechos.

Luego, cuatro años más tarde creció esa preocupación, y dentro del informe se consideró su impacto en el tejido de la democracia.

El año pasado, el informe del WEF advirtió que la llamada cuarta revolución industrial, que es impulsada por la genética, la digitalización y la inteligencia artificial hará que desaparezcan cinco millones de empleos en el mundo, para el año 2020. El reporte sostiene que la mayoría de los empleos desplazados serán trabajos de oficina y administrativos.
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GG