Irán ordena arresto de Trump por el asesinato del general Soleimani

 

El general Qasem Soleimaní fue una figura clave para entender la presencia de Irán en los principales conflictos de la región y como brazo ejecutor de la política del líder supremo del país, Alí Jamenei. 


Nuevamente el conflicto entre Irán y Estados Unidos sumó un capítulo tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani en el mes de enero.

Tras el ataque efectuado por militares norteamericanos, el fiscal de Teherán Ali Alqasimehr solicitó una orden de arresto contra el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump y otras 35 personas, por la responsabilidad de ellos en el asesinato del general iraní.

Según la prensa europea, y tras la confirmación del Pentágono por esos días, Alqasimehr emitió la orden por los delitos de asesinato y acción terrorista por parte de Estados Unidos contra Soleimani, quien fue abatido por las tropas estadounidenses en el aeropuerto de Bagdad, la capital iraquí.

Una notificación roja de Interpol, el más alto nivel de alerta, es una solicitud a fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de extradición, entrega o acción judicial similar.

El fiscal detalló, asimismo, que la acusación contra esos 36 individuos, incluido Trump, es de “asesinato” y “acto terrorista”.

Soleimaní, el comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, murió junto al número dos de la iraquí Multitud Popular y jefe de Kata’ib Hizbulá, Abu Mahdi al Mohandes, en un bombardeo selectivo de Estados Unidos el 3 de enero, en Bagdad.

En represalia, Irán atacó una semana después con misiles una base militar con presencia de soldados estadunidenses en Irak, lo que estuvo a punto de derivar en un conflicto directo entre Teherán y Washington. A mediados del pasado febrero, el jefe del Poder Judicial de Irán, Ebrahim Raisí, ya adelantó que estaban trabajando con Irak para llevar a instancias judiciales internacionales el asesinato de Soleimaní.

¿Quién era Qasem Soleimaní?

El general Qasem Soleimaní, al frente de la Fuerza al Quds dentro de la todopoderosa Guardia Revolucionaria iraní, fue una figura clave para entender la presencia de Irán en los principales conflictos de la región y como brazo ejecutor de la política del líder supremo del país, Alí Jamenei.

El general, que también desempeñó un papel destacado en la lucha contra los militantes del Estado Islámico, fue conocido por encabezar misiones de reconocimiento dentro del territorio enemigo, lo que le ganó día a día mayor respeto.

Inició su carrera en la guerra con Irak en los años 1980, cuando apenas tenía 20 años, y es quien estuvo moviendo los hilos en las dos últimas décadas respecto a la presencia e influencia de Irán, tanto directa como por vía de grupos y milicias afines en toda la región.