Juez español procesa al etarra Carrera Sarobe por un asesinato en 2001

 

Madrid, 29 Jul (Notimex).- El exjefe militar de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias “Ata”, fue procesado como presunto autor del asesinato del presidente del Partido Popular (PP) de la comunidad autónoma española de Aragón, Manuel Giménez Abad, ocurrido el 6 de mayo de 2001 en la ciudad de Zaragoza. El encargado del proceso fue […]


Madrid, 29 Jul (Notimex).- El exjefe militar de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias “Ata”, fue procesado como presunto autor del asesinato del presidente del Partido Popular (PP) de la comunidad autónoma española de Aragón, Manuel Giménez Abad, ocurrido el 6 de mayo de 2001 en la ciudad de Zaragoza.

El encargado del proceso fue el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, luego que el hijo de la víctima, Borja Giménez, identificó personalmente a “Ata” como el autor de los tres disparos que acabaron con la vida de su padre, debido a que fue testigo del crimen.

El joven tenía 17 años cuando presenció el asesinato del político español cuando se dirigía con él a presenciar un partido de fútbol, y reconoció al atacante en varias fotografías que antes no habían sido difundidas en medios de comunicación.

Asimismo, otros testigos protegidos que presenciaron el crimen reconocieron presencialmente a “Ata” como el autor de los disparos, según el juez Pedraz, quien también citó una agenda de bolsillo intervenida en febrero de 2001 al entonces jefe de la banda Javier García Gaztelu, Txapote, cuando fue detenido en Francia.

En ella figuran algunas citas previstas para enero y marzo de ese año con “Ata”, lo que permite concluir que éste ya estaba desde entonces “encuadrado en el denominado aparato militar” de ETA, como “integrante de un comando armado”.

Carrera Sarobe, de 47 años y jefe de ETA entre febrero y mayo de 2010, cumple actualmente una pena de cadena perpetua en Francia por asesinar a dos guardias civiles en Capbreton en 2007, y a un policía francés, Jean-Serge Nérin, en marzo de 2010.

Los investigadores también lo relacionan con otros tres asesinatos sin resolver: el del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro, en Leitza (Navarra) en 2002 y el de los policías nacionales Bonifacio Martín y Julián Embid, en Sangüesa (Navarra) en 2003.

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