Liberan a exnovio de suicida española atormentada por video sexual

 

Por Ana María Pascual Madrid, 30 May (Notimex).- Todos los compañeros que vieron y compartieron el video sexual de Verónica, la mujer española que acabó suicidándose hace cuatro días desesperada por el escándalo, arrastran la culpa moral por lo sucedido. Su pena y remordimiento han quedado patentes en las concentraciones que estos días se han repetido […]


Por Ana María Pascual

Madrid, 30 May (Notimex).- Todos los compañeros que vieron y compartieron el video sexual de Verónica, la mujer española que acabó suicidándose hace cuatro días desesperada por el escándalo, arrastran la culpa moral por lo sucedido.

Su pena y remordimiento han quedado patentes en las concentraciones que estos días se han repetido en la sede de Iveco, fábrica de camiones a las afueras de Madrid.

Pero solo uno de ellos, el exnovio y compañero que decidió, quizá empujado por el ánimo de venganza, difundir por WhatsApp ese video grabado hace cinco años cuando la víctima y él eran pareja, podría ser acusado de un delito de inducción al suicidio, penado con hasta cinco años de prisión.

Podría enfrentar también acusaciones de delitos contra la intimidad, que conllevan un máximo de un año de cárcel.

De momento, la jueza encargada del caso le ha dejado esta tarde en libertad sin cargos, tras entregarse voluntariamente a la policía. Una medida que ha desconcertado a buena parte de la opinión pública española.

No se sabe cuántos de los dos mil 500 empleados de Iveco vieron el video sexual de Verónica, en el que ella aparece sola. La Policía investiga cuántas veces se compartió por WhatsApp.

Verónica, de 32 años, estaba casada con otro empleado de la fábrica, con el que tenía dos niños. El marido se enteró el viernes pasado del escándalo que azoraba a su mujer y, según fuentes cercanas a la pareja, se produjo una fuerte discusión entre ellos.

Al día siguiente, Verónica se ahorcó en su domicilio, en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.

La tensión y la desesperación que la inundaron cuando descubrió que el video circulaba entre sus compañeros la sumió en un estado de tremenda ansiedad.

Algunos de sus compañeros cuchicheaban a sus espaldas, incluso hubo personal que se acercó hasta ella para comprobar que era la misma mujer que aparecía en la grabación.

Según las primeras indagaciones, el material fue enviado hace un mes a una veintena de empleados de Iveco y pronto se viralizó en la fábrica y quizá fuera de ella.

La dirección de la empresa ha afirmado que trató de ayudarla, instándole a que denunciara el caso, pero Verónica se negó. Según han comentado algunas compañeras, ella no quería que el escándalo creciera con una denuncia. Trataba de evitar que su marido se enterara.

El comité de empresa, en cambio, ha señalado a la empresa como responsable por no haber puesto en marcha el protocolo contra acoso. Ayer un centenar de trabajadores varones lanzó un comunicado pidiendo que no se generalice, achancándoles un comportamiento machista, y que se busque a los responsables.

La polémica la avivó el miércoles en España el torero Fran Rivera, que en un programa de televisión dijo, a raíz del caso de Verónica: “Los hombres, soy un hombre y lo digo, no somos capaces de tener un video así y no enseñarlo”.

Sus declaraciones han provocado airadas reacciones en las redes sociales en contra de una visión extremadamente machista y reaccionaria sobre la supuesta naturaleza depredadora de los varones.

La Agencia Española de Protección de Datos inició de oficio una investigación por la posible difusión del video sin consentimiento.

Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, calificó este caso como de violencia de género y pidió que la empresa Iveco abra una investigación para que los hechos no queden impunes.

Sin embargo, todo dependerá del juzgado número 5 de Alcalá de Henares, que investiga la muerte de Verónica. La decisión de la jueza de dejar en libertad sin cargos al principal sospechoso no augura posibles responsabilidades para nadie.

NTX/I/AMP/FUP/