¡Mexicana la hace en Canadá! Ofrece pan sin gluten ni químicos

 

Las ventas de su negocio han crecido considerablemente; no usa ni edulcorantes artificiales


La mexicana Rocío Bago ha convertido su hobby de hacer pasteles en un negocio alternativo y saludable en Canadá, proporcionando al alérgico al gluten ricos pasteles con quínoa, almendras y frutas.

Asegura que lo que ella hace no es sólo pan, sino alimento, pues ella misma elabora la harina sin gluten, ni trigo, sin edulcorantes artificiales ni químicos.

Entre sus productos están el pastel de tres leches, muffins, brownees y pasteles con betún que ella misma prepara y que tienen menos azúcar.

En entrevista, explicó que estos productos no son sólo para los celíacos (alérgicos al gluten) o diabéticos, sino para cualquier persona que guste del pan, pero que prefiera consumir menos azúcar y más nutrientes.

“A mucha gente le gusta el pan pero tiene sobrepeso, así que estos panes sin azúcar les resultan una buena opción”, indicó Bago, quien es instructora en decoración de pasteles.

Originaria de Gómez Palacio, Durango, Bago llegó a Canadá hace 10 años. Era decoradora de pasteles pero al enfermar su esposo de esclerosis múltiple le tuvo que preparar panes saludables y comenzó a experimentar con los diferentes ingredientes hasta que llegó a crear sus propias recetas.

“Cuando empiezas en estas cosas nunca acabas”, dijo desde su oficina donde hace seis meses lanzó su marca “Tasty Health”, cuyas etiquetas indican los ingredientes de cada pan.

Bago, quien creció en Querétaro, ha estudiado sobre las propiedades del azúcar y el trigo, por lo que sostuvo que el azúcar que se consume habitualmente es sacarosa sintetizada de forma artificial y no contiene las vitaminas o minerales que el cuerpo necesita.

“Se dice que en los países desarrollados estamos sobrealimentados, pero desnutridos”, agregó.

Además de la quínoa, utiliza almendras, lentejas, linaza, avena, arroz integral y maíz. Para endulzar el pan incorpora papa dulce, plátano, piña, dátil, nuez de castilla y pasas.

“Esto es un verdadero desayuno, pues estos panes contienen azúcares naturales, antioxidantes, vitaminas y minerales”, dijo esta microempresaria, quien por ahora abastece pedidos particulares, pero que quiere llegar a las grandes tiendas departamentales.

Añadió que en Canadá hay productos que dicen “gluten free”, pero que contienen mucha azúcar para compensar el sabor.

“También se venden en el supermercado harinas para hacer muffins sin gluten, pero quedan muy duros”, señaló.

Lo que inició por amor a su esposo enfermo, según dijo, se ha convertido ahora en un modo de vida, con la satisfacción de estar haciendo un pan nutritivo y saludable.

“Mis precios son razonables y espero poder seguir colocando mis panes a mayor escala, siempre con la garantía de elaborarlos al margen de la contaminación cruzada, es decir en cocinas donde no hay gluten”, aseveró Bago.

FF