Mueren en Brasil 25 por motín en penal

 

El país tiene las peores prisiones de Latinoamérica


Al menos 25 personas murieron durante un motín en la mayor cárcel del estado de Roraima, en el Amazonas brasileño, informaron ayer las autoridades.

El brote de violencia se produjo en pleno horario de visitas el domingo en la Cárcel Agrícola de Monte Cristo, en el municipio de Boa Vista, la capital y el municipio más poblado del estado de Roraima, cuando un centenar de familiares de presos fueron hechos rehenes, en su mayoría mujeres.

Al parecer, el enfrentamiento entre grupos criminales rivales, Primeiro Comando da Capital, por un lado, y Comando Vermelho, por otro, fue lo que provocó la violencia, según fuentes oficiales.

Las autoridades sospechan que el incidente sangriento del sistema penitenciario del estado de Roraima se debe a que se terminó un acuerdo de paz pactado entre las facciones enemistadas en el penal.

Algunos presos estaban armados con cuchillos y palos, según testigos citados por el portal de información brasileño G1.

Tras la intervención de la policía militar, los presidiarios aceptaron liberar al centenar de familiares, pero las primeras informaciones publicadas por la policía indican la muerte de al menos 25 personas.

En declaraciones al diario local Folha de Boa Vista, una esposa de uno de los internos narró que los problemas de convivencia entre los dos grupos eran inevitables.

“Esta prisión es un desastre. Ya habíamos dicho que hay que separar a los presos, pero los tienen en el mismo sitio, sólo se oían gritos y el ruido de disparos. En esas paredes están nuestros hijos, esposos, padres y hermanos. No desesperamos”.

La Secretaría de Justicia y Ciudadanía del estado de Roraima señaló que el conflicto inició cuando los internos del pabellón 14 rompieron los candados e invadieron el ala 12. De los presos fallecidos en el enfrentamiento, siete fueron decapitados y seis más estaban carbonizados.

Las cárceles brasileñas son consideradas como una de las peores de América Latina, y algunos grupos de defensa de los derechos humanos reclaman que se necesitan al menos 200 mil plazas suplementarias para dar cabida al total de la población carcelaria, que supera el medio millón.

Estos grupos alertaron sobre las deplorables condiciones de los presidios brasileños.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó que el país debe poner en marcha medidas estructurales para combatir ese problema y agregó que se debe contemplar el desarme de reclusos, frenar la introducción de armas a las prisiones y la acción de grupos delictivos en el interior de los centros penitenciarios.

Por su parte, los sindicatos afirmaron que el verdadero culpable son las imperfecciones del sistema penintenciario brasileño que tiene recluidos, de acuerdo con cálculos de la Secretaría de Justicia en 2014, a 622 mil reclusos , en su mayoría varones y de raza negra.

Brasil tiene una media de 274 encarcelados por cada 100 mil habitantes, según datos del Centro Internacional de Estudio de las Prisiones (ICPS, por sus siglas en inglés).