Negociaciones para formar gobierno en España se complican

 

Por Ana María Pascual Madrid, 10 Jun (Notimex).- Los plazos se acaban y al candidato socialista Pedro Sánchez se le están complicando las negociaciones para formar gobierno. Este lunes, Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista Unidas Podemos, ha exigido dirigir las políticas sociales del próximo gobierno, a cambio de apoyar la investidura de Sánchez. Iglesias […]


Por Ana María Pascual

Madrid, 10 Jun (Notimex).- Los plazos se acaban y al candidato socialista Pedro Sánchez se le están complicando las negociaciones para formar gobierno.

Este lunes, Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista Unidas Podemos, ha exigido dirigir las políticas sociales del próximo gobierno, a cambio de apoyar la investidura de Sánchez. Iglesias muestra así sus cartas, tras semanas de discreción.

“No es que exijamos un ministerio en concreto, sino aquellas carteras que nos permitan hacer un diseño competencial que asegure que determinadas políticas se van a llevar a cabo”, dijo, sin concretar demasiado, en una entrevista con la Televisión Española (TVE).

El líder de Unidas Podemos añadió que su objetivo es acabar con la temporalidad de los contratos laborales y que haya justicia fiscal, es decir, que los impuestos aumenten por parte de quienes más dinero ganan.

Esta exigencia pone en un aprieto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ganador de las pasadas elecciones generales, pero que no logró una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

Aunque ese es su objetivo, según declararon colaboradores de Pedro Sánchez. “Queremos intentar gobernar en solitario. Queremos un gobierno socialista abierto a personas independientes”, dijo hace unos días José Luis Ábalos, coordinador postelectoral del PSOE.

Descartó este dirigente socialista un gobierno de coalición con Unidas Podemos, pero dejó la puerta abierta a la participación de ciertos políticos de otros partidos, incluido el de Pablo Iglesias, en el futuro gobierno español.

Sin embargo, los números hablan por sí mismos. El PSOE obtuvo 123 diputados, muy lejos de los 176 que impone la mayoría absoluta. Unidas Podemos consiguió 42 escaños, que sumados a los asientos socialistas y con el apoyo de otros grupos parlamentarios minoritarios, podrían facilitar un gobierno de izquierdas.

La otra negociación abierta por los socialistas -aunque no reconocida  oficialmente- se sitúa a la derecha. El Partido Ciudadanos, autodefinido como liberal, de centro-derecha, con 57 diputados, podría ser finalmente socio de gobierno de Pedro Sánchez.

Algo que probablemente no sería bien visto por una buena parte de los votantes del PSOE. La noche electoral, el 28 de abril, mientras Pedro Sánchez se felicitaba por la victoria en la sede madrileña del partido, un nutrido grupo de simpatizantes socialistas corearon al unísono “Con Rivera, no. Con Rivera, no”. Le pidieron así a Sánchez que no pactara con Albert Rivera, líder de Ciudadanos.

La semana pasada, Pedro Sánchez aceptó el encargo del Rey de formar gobierno. Una situación algo extraña, habida cuenta de que aún no tiene garantizado poder conformar un ejecutivo.

Tras su reunión con el monarca, el líder socialista dijo a los medios de comunicación: “La ciudadanía quiere que gobierne el partido socialista. O gobierna el PSOE o gobierna el PSOE. No hay otra alternativa”.

Recalcó Sánchez que “quiere gobernar con grandes consensos, dialogando con todos”. Está previsto que esta semana el líder del PSOE mantenga entrevistas con los representantes del resto de los partidos.

En cuanto tenga garantizada una mayoría, deberá comunicárselo a la presidenta del Congreso de los Diputados para fijar una fecha de investidura, que podría ser ya en julio.

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