Obama elimina la política de “Pies secos, pies mojados”

 

Los cubanos dejarán de gozar trato diferenciado de otros migrantes


El presidente Barack Obama puso hoy fin a la política de “pies secos, pies mojados”, que había permitido a miles de cubanos permanecer legalmente en Estados Unidos y hacerse ciudadanos estadounidenses si lograban pisar tierra firme.

A una semana del cambio de mando en Estados Unidos, fuentes oficiales dijeron a la agencia Associated Press que el cambio de la política tiene efecto inmediato, luego de meses de negociaciones entre funcionarios de los dos países.

Cuba permitirá a cambio aceptar a aquellos cubanos que sean rechazados por las autoridades migratorias o costeras de Estados Unidos, de acuerdo con las fuentes.

Desde diciembre de 2015, en el marco del proceso de acercamiento entre Washington y La Habana, los dos países acordaron sostener reuniones a nivel de expertos para examinar medidas que pudieran adoptar ambos gobiernos contra las redes de contrabando de migrantes cubanos.

El acuerdo, alcanzado en el marco de las reuniones migratorias periódicas entre ambos países, se produjo luego que la administración Obama externó su preocupación por la seguridad de miles de migrantes cubanos que transitan a través de Centroamérica.

Cuba señaló, en su momento, que la política migratoria de Estados Unidos hacia la isla favorece la inmigración desordenada e insegura, de acuerdo con la embajada cubana en Washington.

Durante el encuentro de diciembre pasado, la delegación cubana denunció la política de “pies secos, pies mojados” y sostuvo que ha impulsado el contrabando de personas y la entrada irregular de cubanos a Estados Unidos desde terceros países.

“De este modo, se convierten en víctimas del tráfico humano y del crimen organizado, como se ha hecho evidente recientemente en la situación en Costa Rica y otros países de la región”, remarcó entonces Cuba, en alusión a miles de migrantes cubanos que quedaron varados el año pasado en dichas naciones.

Según las fuentes, los cubanos no dieron ninguna garantía sobre el tratamiento que recibirán los que sean deportados de nuevo a la isla, pero indicaron que la solicitud de asilo político sigue siendo una opción para los que teman sufrir persecución si regresan.