Osos del Parque Nacional Yosemite están de fiesta

 

Los animales, usualmente escondidos a la vista de los visitantes, ahora se mueven libremente por los senderos del Parque, desde el cierre temporal de este, el 20 de marzo pasado.


El Parque Nacional del Valle de Yosemite es un símbolo de libertad para los estadounidenses, un orgullo, una cita con la aventura para los escaladores de todo el planeta y un simple parque temático para aquellos que no saben apreciar la belleza de un entorno tan estético como salvaje.

Desde el pasado 20 de marzo, los osos vuelven a campar a sus anchas, aunque no encontrarán la comida abandonada por los turistas. Cerrado al público a causa del coronavirus, el valle, que se preparaba para acoger una riada de escaladores en la meca de las grandes paredes como el Capitán, la Catedral o el Half Dome, así como senderistas y curiosos, no verá otra cosa que un vacío inusual, algo infrecuente en el Parque.

Luego que autoridades del Parque decidieran cerrar sus puertas hasta nuevo aviso para frenar la propagación del coronavirus, su avistamiento se ha cuadruplicado, dicen los guardabosques.

El almuerzo o cena favorito del oso negro es la hierba, por lo que últimamente se les ha podido ver deambulando en zonas de Yosemite Village y alrededores. La tarea de la guardabosque Katie es mantener el ambiente salvaje de los osos.

A través de una transmisión en vivo el domingo pasado, Katie explicó su trabajo, el cual consiste principalmente mitigar conflictos que puedan aparecer entre humanos y osos.

Durante las últimas tres semanas, además de los osos, en el Parque Nacional Yosemite se han podido apreciar coyotes y gatos monteses. Y es que, si los visitantes no están, sus residentes están de fiesta.