Papa destaca el papel de la mujer en la Iglesia

 

Pide a instituciones públicas asegurar paz para migrantes y refugiados


Rechazar las banalidades corrosivas del consumo dedicando cada día del año un momento al silencio fue el exhorto que hizo el papa Francisco al recibir 2018, donde destacó además la importancia de la mujer para la Iglesia Católica.

La mañana de ayer el Papa celebró una misa ante miles de personas en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la fiesta de la Virgen como “madre de Dios” y al recordarse la Jornada Mundial de la Paz. “Servir a la vida humana es servir a Dios, y que toda vida, desde la que está en el seno de la madre hasta la que es anciana, la que sufre y está
enferma, también la que es incómoda y hasta repugnante, debe ser acogida, amada y ayudada”, señaló en el
sermón que pronunció en español.

Ante cardenales, obispos, clérigos, diplomáticos, invitados especiales y feligreses, Jorge Mario Bergoglio animó a no dejar caer la propia vida presa del miedo, del desconsuelo o de la superstición, ni cerrarse o tratar de olvidar.

Los cristianos inician el nuevo año con la necesidad de comenzar desde el centro, de dejar atrás los fardos del pasado y de empezar de nuevo desde lo que importa, aseguró el pontífice.

También destacó el papel de la mujer en la Iglesia y advirtió que la devoción de María no es una cortesía espiritual, sino una exigencia de la vida cristiana, porque gracias a ella se pueden “soltar tantos pesos inútiles” y “encontrar lo que verdaderamente cuenta”.

“El don de la madre, el don de toda madre y de toda mujer es muy valioso para la Iglesia, que es madre y es mujer. Y mientras el hombre frecuentemente abstrae, afirma e impone ideas, la mujer, la madre, sabe custodiar, unir en el corazón, vivificar”, afirmó.

El Angelus
Al dirigir su primera bendición pública durante el Angelus de 2018, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco imploró a todas las instituciones públicas y civiles asegurar un horizonte de paz para migrantes y refugiados.

Al mediodía de ayer, asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico, el Papa recordó que la Iglesia Católica celebra este día la Jornada Mundial de la Paz y que el lema de este año es: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres en busca de paz”.

Como lo hizo en innumerables ocasiones durante 2017, el Papa quiso hacerse una vez más voz de estos “hermanos y hermanas nuestros”, los cuales, aseguró el pontífice, sólo invocan para su futuro un horizonte de paz.

“Por esta paz, que es un derecho de todos, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar la vida en un viaje que en gran parte de los casos es largo y peligroso; están dispuestos a afrontar cansancio y sufrimientos”, indicó, hablando en italiano.

“Por favor, no apaguemos la esperanza en sus corazones, ¡no sofoquemos sus expectativas de paz! Es importante que, de parte de todos, instituciones civiles, educativas, asistenciales y eclesiales, exista el compromiso para asegurar a los refugiados, a los migrantes y a todos un porvenir de paz”, añadió.

Pidió a los presentes rezar para que este nuevo año puedan obrar con generosidad para realizar un mundo más solidario y acogedor, mientras encomendó “a María, madre de Dios y madre nuestra”, el 2018 que apenas comenzó.