Presenta fiscalía brasileña cargos contra Lula da Silva

 

El escándalo de corrupción implica también a la ex primera dama


La fiscalía de Brasil presentó cargos penales contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, por su presunta implicación en el escándalo de corrupción de Petrobras.

Los fiscales brasileños acusaron al exmandatario de estar al mando de una profunda gama de corrupción en la petrolera, con el fin de mantener al Partido de los Trabajadores en el poder.

La acusación señala que Da Silva es “el comandante máximo del esquema de corrupción investigado por Lava Jato”, lo que representa el mayor escándalo de desvío de fondos públicos en la historia del país.

La imputación, que señala al exmandatario por corrupción pasiva, fraude documental y lavado de capitales, representa la primera vez que Lula ha sido acusado formalmente por haber recibido sobornos de la empresa OAS, implicada también en el escándalo.

Según la acusación, OAS gastó 1.1 millones de reales (333 mil dólares) en el acondicionamiento de un departamento de lujo en Guarujá, Sao Paulo, para uso de Da Silva y sus familiares. Por su parte, Lula negó ser propietario del inmueble, aunque, aseguró, únicamente lo ha visitado.

Sin embargo, el expresidente, a través de un comunicado emitido por sus abogados, afirmó que los cargos que presenta la fiscalía en su contra tienen una clara “motivación política, carecen de respaldo jurídico” y, además, “son una farsa”.

El caso de Lula y su esposa será llevado por Sergio Moro, juez anti-corrupción que ha encarcelado a ejecutivos y otros involucrados en el caso Petrobras. Moro es quien decidirá si acepta los cargos y abre el juicio contra los acusados.

A finales del mes pasado, la policía federal brasileña solicitó a los fiscales presentar cargos contra Lula y su esposa, tras descubrir el inmueble de Guarujá.

El exmandatario también es investigado por la supuesta propiedad de una casa de campo en la ciudad de Atibaia, también reformada por constructoras implicadas en los desvíos de Petrobras, así como por donaciones y recursos que recibió por supuestas conferencias que dictó en el exterior y que fueron encomendadas por empresas que, de igual manera, son condenadas por las corruptelas en la petrolera.