Rechaza la Cámara reforma migratoria

 

Detienen plan de Trump por temor a perder votos


La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría republicana, derrotó ayer un proyecto de ley inmigratoria preparado por el bloque oficialista.

El resultado estaba previsto debido a la división republicana y la sólida oposición demócrata.

La derrota refleja el temor de los republicanos a perder el voto de la derecha, que necesita en las elecciones de noviembre. La ley otorgaría a ciertos inmigrantes traídos al país en forma irregular cuando eran niños (conocidos como dreamers) un camino a la ciudadanía, lo cual es anatema para la derecha intransigente.

El apoyo de última hora del presidente Donald Trump no mejoró la suerte del proyecto, que tuvo 301 votos en contra y 121 a favor.

Las posiciones de Trump sobre el tema cambiaron de manera tan frecuente como brusca. Algunos legisladores temían apoyar el proyecto porque un nuevo viraje de Trump los dejaría en mala situación frente a la base que apoya al presidente.

El proyecto hubiera autorizado 23 mil 400 millones de dólares para financiar el muro fronterizo con México, limitado la inmigración ilegal y frenado la separación de familias.

El número total de niños migrantes bajo custodia del Departamento de Salud se redujo de 2 mil 342 a 2 mil 47, ya que cientos de ellos pudieron ser reunidos con sus padres en los centros de detención.

El “arreglo Flores”, firmado por la procuradora Janet Reno en 1997, impide que los menores de edad permanezcan en centros de detención migratoria más de 20 días, después de los cuales deben ser entregados al Departamento de Salud a fin de ser asignados a un hogar adoptivo.

El titular de la Cámara baja, el republicano Paul Ryan, calificó la propuesta de Trump como “una magnífica obra de consenso”.

“Lo que tenemos aquí son las semillas de un consenso que será logrado, ojalá ahora, pero si no, después”, dijo a la prensa.

La votación es la culminación de meses de esfuerzos republicanos por aprobar una medida sobre un contencioso tema que bien podría definir el control de las cámaras legislativas en las elecciones de noviembre.

El Senado rechazó tres propuestas en febrero, incluso una que reflejaba la posición del presidente Donald Trump y dos que fueron logradas con apoyo bipartidista.

Los demócratas y los republicanos más centristas sostienen que los republicanos podrían verse perjudicados con la derrota de la propuesta, pues el partido –guiado ahora por las posturas nacionalistas y antiinmigrantes de Trump– podría alienar a los votantes más moderados, pero el ala derechista del partido prefiere esas políticas.