Reitera Tayyip Erdogan respaldo a pena capital

 

Ciudadanos repudian intento golpista con protesta multitudinaria


Cerca de un millón personas se congregaron ayer en la plaza de Yenikapi, Estambul, en apoyo al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en repudio a la intentona golpista del pasado 15 de julio, y en una muestra de unidad y conciliación de los partidos opositores.

El mandatario declaró que respaldará al parlamento de Turquía si desea restaurar la pena capital, bajo el argumento de “si el pueblo quiere la pena de muerte, los partidos respetarán su voluntad”.

El presidente llamó a la manifestación “marcha de la democracia y los mártires” y declaró, ante la multitud “propusieron volver a introducir la pena de muerte. Es un asunto que queda en manos del Parlamento. Hay que tener en cuenta que la pena de muerte existe en Estados Unidos, China y otros lugares”, expresó.

Además, el mandatario agregó ante la multitud que “puede ser PKK, Fethullah Gülen —señalado como instigador del golpe— o Estado Islámico, da igual. Son enemigos de la nación turca”.

Algunos manifestantes llevaban carteles que pedían la pena capital, aunque la mayoría asistió con la bandera de Turquía.

Las últimas ejecuciones en Turquía se realizaron en 1984, cuatro años después del golpe militar de 1980 que hizo un amplio uso de esa condena. La abolición legal de este castigo llegó en 2004. La UE anunció que suspendería las negociaciones con Turquía para su ingreso al bloque si el país reinstaura la pena capital.

El líder opositor Kemal Kilicdaroglu, del Partido Popular Republicano (CHP, centro-izquierda), y el jefe del ultranacionalista MHP, Devlet Bahceli, figuraron entre los asistentes a la manifestación.

El primer ministro, Binali Yildirim, exhortó a los ciudadanos asistentes a que no llevaran banderas políticas a la marcha, para lograr una convocatoria más allá de los partidos políticos. “En la manifestación va prevalecer el espíritu de una nación, una bandera y un Estado”, manifestó.

El Partido Democrático Popular (HDP), tercera fuerza del país, no fue invitado a la marcha, pues el gobierno turco lo acusa de estar vinculado al prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado en Turquía como una organización terrorista.